La noticia viene directamente de Rolf Frech, miembro de la junta de ingenieros de Bentley. Fue él mismo quien añadió que el sedán compartiría su arquitectura básica con el Mulsanne, aunque cambiaría de nombre, posicionándose de inmediato en lo más alto en la alineación de la empresa. En cualquier caso, no va a ser más grande que el Mulsanne, debido a que el segmento de mercado está ocupado por este modelo (en la foto) el cual debutó a principios de este año en el Auto Show de Ginebra.
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“Esto no significa que vayamos a hacer un vehículo más grande que el Mulsanne. Pero tal vez existan algunas posibilidades adicionales en este reino exclusivo”, señaló el ejecutivo en una entrevista con Automotive News.
Mientras Frech se negó a proporcionar más detalles, sus comentarios sugieren que el modelo contará con un interior más lujoso, asó como un diseño bastante específico. Este sedán misterioso también podría recibir algunas mejoras mecánicas, aunque es demasiado pronto para decir si mantendrá el motor V8 de 6.75 litros del Mulsanne estándar, o adoptará el V12 de 6.0 litros que se encuentra bajo el cofre del Bentayga.
Frech tampoco informó sobre alguna fecha límite para la decisión de Bentley de seguir o no adelante con este proyecto. Es razonable suponer que vamos a escuchar más rumores al respecto en el próximo salón del automóvil de París. En cualquier caso, la producción se limitaría estrictamente a un número entre 50 y 100 ejemplares, suponiendo que el proyecto reciba luz verde.
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Este sedán ultra-exclusivo no es el único modelo basado en el Mulsanne que Bentley tiene en mente. Informes anteriores sugieren que los ejecutivos están considerando también la posibilidad de lanzar de un descapotable Mulsanne, un vehículo altamente deseable, y cuya producción se limitará a tan sólo 20 unidades.
