Todos estos modelos están ahora en manos de ricos coleccionistas que los guardan con toda seguridad en algún escondido garaje climatizado y con el suelo tan limpio que hasta podrías tomar la sopa sobre él. Pero hasta en las mejores familias siempre hay una excepción a la regla, y un YouTuber lo pudo capturar todo con su cámara.
El propietario del CLK GTR Roadster Nº3 cree firmemente que los carros están hechos para manejarlos, y si es un carro exclusivo, más aún. Filmado en un festival de automóviles en Inglaterra, el video muestra el gran poder del Benz en el césped del recinto en el cual se realizó el evento, todo antes de salir a toda velocidad por un escenario más propio de un rally, en una estrecha carretera que serpentea a través de un denso bosque.
Hay que ser decidido —o valiente, u otra cosa— para conducir de esa forma en un camino como aquél, y más aún llevando un Mercedes de gama alta y de edición limitada con un valor de más de 2 millones de dólares. La más mínima pérdida de control podría enviar al CLK GTR de narices al árbol más cercano, todo antes de romperse en dos millones de piezas con valor de un dólar cada una.
El sonido que se puede escuchar en el video es un poderoso motor V12 de 6.9 litros que bombea 612 caballos de fuerza a 6,800 rpm y 568 libras-pie de torque a 5,250 rpm. Esas cifras son impresionantes hoy, y lo fueron hace 20 años cuando el CLK GTR fue fabricado. El roadster tarda sólo 3.6 segundos en alcanzar las 60 mph desde 0, y si no levantas el pie del acelerador alcanzas una velocidad máxima de 200 mph. La tecnología de este carro pasó de inmediato al equipo de competición de la compañía. El CLK GTR fue fabricado únicamente con fines de homologación.
Los propietarios de los Mercedes-Benz CLK GTR están seguros de que estos autos serán más valiosos a medida que sigan pasando los años. Los futuros coleccionistas nacidos hoy en día gastarán grandes cantidades de dinero en las subastas de 20 o 30 años más. La tentación de dejarlo durmiendo en un garaje, mostrarlo en alguna que otra exposición de lujo y esperar pacientemente a que suba su valor es casi irresistible, por lo que verlo en acción en una carrera por el bosque es casi un regalo para nuestros ojos.