Antes de que los humanos abandonen el volante, Mercedes-Benz cree que habrá un período de transición en el que las personas y las máquinas compartirán la carga de trabajo. El Vehículo Experimental de Seguridad (ESF por su sigla en inglés) fue diseñado para demostrar cómo funcionaría. Este conceptual enfocado en la seguridad es capaz de conducir solo, según la empresa alemana, pero también cuenta con tecnología de seguridad para ayudar a los conductores.
Basado en una Mercedes-Benz GLE, el ESF es capaz de manejarse solo en la mayoría de las situaciones, pero aún tiene un volante y pedales. Cuando el vehículo está en modo autónomo, ambos se retraen en el tablero de instrumentos para disminuir la posibilidad de lesiones en un choque (sí, Mercedes reconoce que incluso los autos guiados por inteligencia artificial pueden chocar). La firma movió las bolsas de aire alrededor para que funcionen sin importar cómo esté posicionado todo.
Los conductores humanos se comunican entre sí mediante el contacto visual y los gestos con las manos, pero los carros autónomos necesitarán encontrar una alternativa. El ESF usa luces en el frontal para decirles a otros usuarios de la carretera lo que está haciendo, y puede activar luces a lo largo de sus flancos para aumentar la visibilidad al pasar por las intersecciones. En el caso de un choque, un triángulo de carretera robótico puede saltar fuera de la parte trasera del automóvil y posicionarse para advertir al tráfico que se aproxima. Otro triángulo vial está construido en el techo del vehículo.
Cuando llega el momento de que un conductor humano tome el control, el ESF puede tirar del pretensor del cinturón de seguridad del conductor si detecta que se está acercando a una curva demasiado rápido. Si el automóvil se detiene en un atasco de tráfico y detecta que un vehículo se acerca demasiado rápido desde atrás, avanzará automáticamente (asumiendo que hay suficiente espacio) para dar al siguiente vehículo más espacio para detenerse.
Muchos autos de producción tienen frenado de emergencia autónomo, pero generalmente solo funciona en línea recta. El ESF puede aplicar los frenos mientras el automóvil está doblando. La función está diseñada para evitar colisiones con peatones o ciclistas, quienes pueden aparecérsele a un vehículo en giro y pueden perderse fácilmente en puntos ciegos.
El ESF también tiene lo que puede ser el asiento para niños más complejo de la historia. Puede monitorear los signos vitales de un niño y enviar video en vivo a la pantalla del tablero cuando el automóvil está detenido. Toda la información también puede enviarse a teléfonos inteligentes a través de la aplicación Mercedes Me. Esta no es la primera vez que escuchamos acerca de una característica como esta: una compañía llamada Vayyar afirma estar desarrollando un sensor que puede rastrear los latidos del corazón de los ocupantes del vehículo en tiempo real.
No está claro qué características del ESF llegarán a producción. La SUV es la última de una larga línea de conceptuales enfocados en la seguridad que Mercedes estrenó en la década del 70. El último de ellos debutó en 2009 y en la década siguiente algunas de sus características, como los airbags de cinturón de seguridad y el sistema de colisión lateral Pre Safe Impulse Side, han sido adoptados por las unidades de producción, señaló Mercedes. Por lo mismo, no es descabellado pensar que dentro de algunos años varias de las características del más reciente ESF también estén disponibles en los carros de serie de la subsidiaria de Daimler.