La Sprinter 2019 de Mercedes-Benz no es como la mayoría de las furgonetas. Tiene funciones de infoentretenimiento y asistencia a la conducción similares a las que normalmente esperarías de un vehículo de pasajeros. Como jamás había ocurrido en la historia de la marca, el último modelo se construirá en Estados Unidos, específicamente en la planta de North Charleston, Carolina del Sur. Inaugurada este 5 de septiembre, la fábrica ya tiene buena parte de su producción reservada: Amazon ya pidió 20 mil ejemplares.
El fabricante alemán señaló que las instalaciones demandaron una inversión de $500 millones de dólares y que emplearán a unos 900 colaboradores, aunque la plantilla podría ampliarse hasta las 1,300 personas hacia 2020. Si bien se trata de una van dedicada a la carga, la gran cantidad de combinaciones posibles entre de estilos de carrocería, tren motriz y equipamiento -Mercedes estima que podrían existir más de 1,700 tipos de configuraciones- obligará a los trabajadores a aprender alrededor de 900 pasos. Por lo mismo es que la firma europea ya está planeando la introducción de tecnología para apoyar y facilitar dicho proceso.
Según dijo Mercedes en un comunicado de prensa, sus trabajadores podrán usar herramientas virtuales, diseñadas como si fueran juegos de computadora, para familiarizarse con varios procesos de ensamblaje. El ejercicio reemplazará el método tradicional de capacitación, que se basa en la experiencia en vehículos reales de preproducción. Además de entretenida, la fórmula parece ser bastante eficiente. Por ejemplo, en el taller de pintura, los especialistas serán entrenados usando realidad virtual, lo que debería ahorrar litros y litros de colorante.
La fábrica de Carolina del Sur es una expansión de una instalación ya existente, que ha estado desde 2006 construyendo furgonetas Sprinter y Metris en los llamados kits “semidesarmados”. Esencialmente, eran vehículos completos pero enviados por piezas desde el exterior para evitar el “impuesto del pollo”, un fuerte gravamen a los vehículos comerciales ligeros verificado en 1963 durante el gobierno del presidente Lyndon B. Johnson. Y si bien North Charleston seguirá utilizando partes provenientes de otras fábricas de Mercedes, el trabajo allí realizado será más sofisticado, dado que abarcará aspectos como la pintura y el ensamblaje del cuerpo del móvil.
En declaraciones a la prensa tras la ceremonia de inauguración, el jefe de la división de furgonetas de Mercedes, Volker Mornhinweg, evitó profundizar sobre la capacidad de la fábrica, enfatizando que es contrario a la política de la compañía discutir ese tipo de detalles. Mercedes-Benz tampoco ha estado disponible para discutir las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, y cómo las disputas interoceánicas podrían afectar el negocio. De todos modos, uno de sus voceros se limitó a aclarar que la compañía apoya el libre comercio.
La Sprinter 2019 ensamblado en Carolina del Sur es la tercera generación de la camioneta más grande de Mercedes. Cuenta con el nuevo sistema de infoentretenimiento MBUX, que acaba de implementarse en sus modelos para pasajeros. Mercedes también equipó su furgoneta de carga con tecnologías de asistencia a la conducción rara vez vistas en máquinas de su segmento. Entre otras, cuenta con control de velocidad adaptativo, frenado de emergencia autónomo, alerta de tráfico cruzado posterior y un sistema de cámara de 360 grados.
El vehículo comercial aparecerá con dos alternativas de motorización: gasolina y diésel, pero ya está en camino un modelo eléctrico, denominado eSprinter. El jefe de la división de furgonetas declinó confirmar si la versión libre de emisiones se venderá en los Estados Unidos. Solo señaló que “para un tipo específico de uso, tiene sentido”, aunque dicho costo podría ser un problema.
Ajeno a la configuración del catálogo, el gigante minorista virtual Amazon ya firmó sobre la línea punteada para hacerse las primeras 20 mil unidades, decisión que lo ha convertido en el mayor cliente de Sprinter, según Mercedes. Los vehículos estarán disponibles para contratistas independientes bajo el programa Delivery Service Partner. Independientemente de quién sea el propietario original, todos sabemos que es solo cuestión de tiempo para que muchas de estas Sprinters terminen en el mercado de segunda mano para convertirse en autocaravanas.