Las tendencias avanzan, las modas llegan, las adecuaciones son necesarias y hasta los más renuentes tendrán que adaptarse al mercado y al panorama mundial. Mudarse a las hibridaciones y la electrificación es algo que llega a todos niveles. Y los superautos no son la excepción.
A pocos días de su presentación oficial, McLaren ofreció otro adelanto de lo que será su nuevo vehículo, el Artura. Quizá ver el nombre de un McLaren sin números confunda a los más fanáticos, ya que esta nomenclatura de solo letras estaba reservada para los modelos de la Ultimate Series, léase Elva, Speedtail o Senna.
Artura viene a romper con esto y mucho más.
Lo poco que nos han dejado ver hasta ahora muestra un frente con una innegable influencia del 720S; los faros característicos pareciera que cuentan con algo de sombra bajo ellos; el costado es afilado, con reminiscencias del modelo 570S, mientras que la parte trasera presume las clásicas salidas de escape a media altura, debajo solo queda el imponente difusor de aire.
Con una inversión superior a las 50 millones de libras esterlinas, McLaren usará en el Artura su nueva arquitectura ligera de carbono (MCLA, por sus siglas en inglés). Luego de nueve años de utilizar la misma base, hará el cambio y optará por la estructura de carbón para sus nuevas generaciones.
El tren motriz del Artura también es nuevo. Se deja de lado el motor de ocho cilindros (V8) y doble turbo, y se reemplaza por un V6 con asistencia eléctrica. La potencia será mandada al eje trasero, pero no podemos descartar algún modelo que también la lleve en la parte delantera, como ocurre con el i8 de BMW.
La potencia podría ser superior a 562 bhp (potencia al freno) y el torque al menos de 443 lb-ft, cantidades que vimos en el modelo saliente. De momento no hay nada oficial, pero podemos creer que el conjunto motor de combustión-motor eléctrico dará cifras superiores. Así suele ser en el mercado: siempre se buscan números más altos en fuerza y más bajos en tiempos por vuelta en la pista. Veremos qué dice McLaren finalmente.