En el mundo de los autos deportivos, muchas marcas están desarrollando motorizaciones eléctricas y/o híbridas, pero todavía hay rebeldes que se niegan a seguir la tendencia y prefieren continuar construyendo los propulsores tradicionales a combustible.
Maserati no es ni una cosa ni la otra. El constructor italiano no está desarrollando un modelo hibrido o eléctrico pero tampoco está negando lo que parece evidente: el futuro le pertenece a los autos eléctricos.
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Lamentablemente para los constructores de autos con motores de carácter e inspiradores, las nuevas regulaciones de combustibles y de contaminación del aire no les dan muchas alternativas a sus ingenieros y ejecutivos. Y todas esas alternativas conducen a un solo destino, el desarrollo de motores eléctricos.
En 2013, el CEO de Maserati Harald Wester había dicho que los vehículos eléctricos no tenían “ningún sentido”, citando estadísticas que mostraban que los autos eléctricos generaban más emisiones de CO2 que los más eficientes autos con motores a combustible, si se consideraba todo el ciclo de vida del vehículo desde la producción hasta la disposición final. “Si queremos una solución realista, entonces los reguladores tienen que ser más honestos en el cálculo de las emisiones. Los autos eléctricos no son la respuesta”.
Tres años después y el discurso y tono de los ejecutivos de Maserati cambiaron, pero no porque sus convicciones sean diferentes, sino porque no tienen opción.
Maserati acaba de comunicar que planea lanzar en los próximos cuatro años versiones híbridas de sus modelos Quattroporte, Gran Turismo, Gran Cabrio, Ghibli y del nuevo Levante todo terreno para cumplir con las emisiones de CO2 objetivo. Solo el deportivo Alfieri logrará evitar la tendencia eléctrica cuando salga a la venta en 2018.
“Tenemos que hacerlo, es así de simple. En algunos países donde tienen muchos incentivos serán un éxito, en otros no tanto; pero es innegable que hay demanda gubernamental y de mercado para este tipo de autos”, dijo Giulio Pastore, Gerente General de Maserati de Europa. “Lo que puedo decir es que solo haremos a nuestros autos más eléctricos si no sacrificamos performance en el camino. Si perdemos performance, entonces no los haremos”.
Si Porsche puede lograr construir su nuevo 911 eléctrico sin perder performance, entonces probablemente Maserati también pueda hacerlo. El sonido embriagador del motor acelerando quizás se pierda, pero el planeta agradecerá el sacrificio.