A pesar de que mucho se ha hablado últimamente sobre los carros autónomos, un gran número de empresas han estado impresionando las alcaldías con sus diseños para buses autónomos.
La última ciudad en darle la bienvenida a este tipo de tecnología es Paris, una ciudad que le ha declarado la guerra al smog.
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La ciudad busca soluciones eléctricas para el transporte público, y de paso que sean autónomos.
El inicio de dos buses EZ10 está pasando por un periodo de prueba y se desplaza en un carril exclusivo entre las estaciones de tren de Lyon y Austerlitz en el centro de París.
La distancia entre las dos estaciones es de un kilómetro. Sin embargo, durante el periodo de prueba de tres meses – el cual inició el lunes pasado), el bus ofrecerá transporte gratuito los siete días de la semana.
Se espera que el servicio sea expandido a otras zonas de la capital francesa a finales de este año.
“Los vehículos autónomos son una verdadera revolución para todas las ciudades en el planeta y cambiarán el entorno urbano y el espacio público de forma espectacular durante los próximos 20 años”, afirma Jean Louis Missika, Diputado de la alcaldía a AFP.
El bus fue construido por EasyMile, una firma francesa y puede transportar hasta 12 pasajeros. Utiliza cámaras, láseres y GPS para moverse. El bus está hecho para distancias cortas, ya que solamente alcanza las 12 millas por hora (20 kilómetros por hora).
Es ideal para ser utilizado en aeropuertos, centros comerciales y parques de diversión. De hecho, EasyMile describe el EZ10 como un vehículo ideal para cubrir “distancias cortas y predefinidas en diferentes tipos de entornos”.
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Esta tecnología de transporte autónomo está empezando a tener presencia en varias ciudades del planeta como Helsinki, Finlandia y Darwin, Australia.
Otra empresa francesa, Navya, introdujo recientemente su pequeño bus autónomo en las calles de Las Vegas, mientras que en Singapur y China han experimentado con diseños un poco más grandes.