Las 24 Horas de Le Mans son una de las pruebas más difíciles en los deportes de motor, y la carrera de este año no hizo más que demostrarlo. Después de 24 horas de drama, los que tuvieron una razón para celebrar al final fueron equipos de Porsche, Aston Martin… y Jackie Chan.
Al igual que 2016, la carrera de 2017 fue un drama para Toyota, que llegó con grandes esperanzas de lograr su primera victoria en Le Mans… pero una vez más se fue con las manos vacías. Entre tanto, Porsche apuntó su decimonovena victoria en la legendaria carrera de resistencia, mientras que —por el alto desgaste en la primera clase de LMP1— uno de los carros LMP2 de nivel inferior del Jackie Chan DC Racing obtuvo el podio. Aston Martin se llevó la victoria en la GTE Class, la clase superior destinada los vehículos de producción.
Con Audi fuera de las carreras de resistencia de nivel superior, Le Mans iba a ser un duelo directo entre Porsche y Toyota. El fabricante japonés entró en la carrera fuerte, estableciendo un récord de vuelta en la calificación. Pero el Nº 7 TS050 Hybrid que estableció aquel récord tuvo problemas de embrague cuando casi se cumplían las 10 horas de carrera, y tuvo que abandonar más tarde. Poco después, un segundo Toyota, el Nº 9, también se retiró. Quedó únicamente Nº 8, que fue sacado de la competición debido a una parada excesivamente prolongada en boxes.
Como una muestra de la dificultad de —siquiera— terminar las 24 horas Le Mans, el Toyota Nº 8 y el ganador, el Porsche 919 Hybrid Nº2, fueron los dos únicos que quedaron al final de los cinco que, en principio, habían iniciado la competencia. El Porsche Nº 1 tenía una ventaja enorme, pero abandonó a sólo tres horas del final. El Porsche Nº2 se puso a la delantera, dando a los pilotos Timo Bernhard, Earl Bamber, y Brendon Hartley la victoria.
El desgaste de los LMP1 dejó espacio en podio para los modelos (algo más lentos) LMP2, situación que raramente ocurre. El Nº 38 del Jackie Chan DC Racing, al mando de Oliver Jarvis, Ho-Pin Tung, y Thomas Laurent, consiguieron el segundo puesto general, ganando de paso su clase.
Mientras que los prototipos LMP (diseñados específicamente para esta competición) lucharon por el triunfo general, la clase GTE Pro (para automóviles basados en modelos de producción) también generó feroces batallas. La gran pregunta era si Ford podría lograr una segunda victoria con su GT, siguiendo al triunfo del año pasado. Pero los cambios en las reglas claramente perjudicaron a los del Óvalo Azul, y la victoria al final fue para el Aston Martin Vantage Nº 97 de Jonny Adam, Darren Turner y Daniel Serra.
El final de la carrera se convirtió en una lucha directa entre el Aston Nº 97 y el Chevrolet Corvette C7.R Nº 63, que se salió de la pista y le dio a Aston la victoria. Finalmente, en la GTE Am, la clase más baja para los automóviles de producción, la victoria fue para el equipo británico JMW Motorsport, con los pilotos Rob Smith, Dries Vanthoor y Will Stevens al mando del Ferrari 488 Nº 84.