Un inmejorable desempeño en una de las “carreteras más desafiantes del Reino Unido” fue mostrado por una unidad modificada autónoma del SUV Range Rover Sport. La prueba se realizó en una ruta que circunda Coventry, la ciudad donde tiene su sede el fabricante británico Jaguar Land Rover (JLR).
El vehículo sin conductor ha estado en desarrollo durante varios años y sus primeras pruebas en carreteras públicas tuvieron lugar en 2017.
«La carretera de circunvalación de Coventry es conocida por sus complicadas vías de acceso y salidas», dijo el gerente de investigación de vehículos autónomos de JLR, Mark Cund. Añadió además que el Range Rover Sport se enfrentó a una zona con «condiciones muy difíciles, especialmente cuando se encuentra bajo presión en la hora punta».
El representante de JLR dijo que esperaba con ansias el día en que todos pudieran gozar de la conducción robotizada, para que “conviertan una situación potencialmente muy estresante en un momento de absoluto relajo”.
El registro audiovisual de la reciente excursión muestra al Range Rover Sport cambiando de carril, fusionándose con el tráfico e incorporándose a las vías sin exceder el límite de velocidad de 40 millas (64 kilómetros) por hora.
Apostados en la cabina del vehículo, un par de ingenieros de JLR monitorearon el viaje, asegurando de que la tecnología funcionara como debiera.
“Los ingenieros también han desarrollado funciones ligada a la conectividad. La tecnología de mejora de la seguridad y reducción de emisiones utiliza internet para que los vehículos puedan interactuar entre ellos y con elementos de la infraestructura, como los semáforos”, agregó.
El ejemplar autónomo fue equipado con un completo paquete tecnológico, que incluye sensores lidar (láser), cámaras de video y equipos de geoposicionamiento (GPS).
Para la prueba, JLR detectó seis factores clave asociados a la unidad. Primero, ubicó una cámara de video en el centro del parabrisas, enfocada en la existencia de obstáculos, otros vehículos y las líneas demarcatorias del piso.
Para complementar la vista de la zona frontal, se montó un radar sobre una barra latitudinal, dispuesta en paralelo entre la parrila y la matrícula.
Para crear imágenes en tres dimensiones del entorno, se ocuparon dos dispositivos lidar en las áreas anterior y posterior del vehículo. El sexto y último elemento de asistencia lo constituyó un sensor de velocidad, acoplado a la llanta trasera izquierda.
Montado sobre el techo del móvil, un dispositivo GPS le enviaba en tiempo real a la unidad de control la posición exacta en la carretera.
“Gracias a esta investigación, el vehículo ahora puede gestionar de forma autónoma su comportamiento ante rotondas, semáforos, peatones, ciclistas y otros vehículos en carreteras complicadas, además de aparcarse por sus propios medios”, destacó la firma.
La compañía automotriz realizó la demostración en el marco del proyecto Autodrive, una iniciativa tendiente al desarrollo de carros autoguiados. El plan, que se extendió por tres años y finaliza este mes, fue apoyado por autoridades gubernamentales con aportes por el equivalente a $ 26 millones de dólares.
Según resaltó la empresa, “Autodrive ha ayudado a acelerar el desarrollo de la futura tecnología de conducción autónoma y conectada de JLR, además de fortalecer la zona de Midlands como un centro de innovación de movilidad”.
Para la compañía, su objetivo “es hacer que sus vehículos automáticos sean los más aptos en la más amplia gama de terrenos y condiciones climáticas, siempre poniendo al conductor al mando, con la opción de reanudar el control”. La meta es poner estos avances a disposición del público en un plazo de 10 años.
Tras esta exitosa experiencia, JLR se perfiló como uno de los fabricantes europeos de vanguardia en el rubro, aunque no son pocas casas automotrices y empresas de tecnología de todo el mundo las que trabajan en el mismo sentido.
Waymo, el proyecto de autos autónomos que alguna vez estuvo bajo la dirección de Google, fue uno de los primeros en invertir en dicha tecnología. Esta semana, comunicó que había alcanzado 10 millones de millas de pruebas en carreteras públicas desde su primer viaje en 2009.