El lujo y el poder unen sus almas en el nuevo Cadillac CT5-V, un vehículo que no es para todos los paladares, pero tiene un conjunto de características que lo hacen atractivo para cierto segmento de consumidores.
Tras la revisión del Cadillac CT-5 en MotorTech, probamos una unidad pintada con el tono Velocity Red, que supuestamente lo hace ver más rápido, mientras que el interior lucía un Jet Black. La mezcla lo hacía parecer un verdadero deportivo.
Cadillac es sinónimo de lujo, la marca de General Motors que más asociamos con la opulencia. Autos como el CT5-V son del gusto de los hombres maduros, a quienes la máquina invita a la velocidad y a recordar años de juventud e irresponsabilidad.
El modelo equipa un motor biturbo de seis cilindros repartidos en 3.0 litros, que produce 335 caballos de fuerza y 400 lb-ft de torque. No es lo más poderoso que hemos manejado hasta ahora, pero se acerca, pues su respuesta es inmediata. Pertenece a la Serie V por un botón que tiene en el volante que al presionarlo hace el motor se escuche más fuerte.
En su interior no se extraña nada, pues tiene todos los sistemas tecnológicos imaginables, como Apple CarPlay, Android Auto y Amazon Alexa, aunque el infoentretenimiento de GM es también muy bueno e intuitivo.
Los asientos son deportivos y tienen un ajuste de longitud y anchura; son muy cómodos y la piel es de calidad. La única desventaja fue que la tapa de la consola central, que solo abre para el lado del conductor, pero eso se compensa con su cargador inalámbrico.
Todo lo anterior tiene un precio y no es accesible: es un auto para personas adineradas. Su precio base es de $47,695 dólares, pero la versión Premium y el paquete de asistencia al conductor lo sube a $55,305 dólares.