Motivada por un defecto de fabricación que puede hacer que la bolsa de aire no funcione correctamente y se despliegue inesperadamente, Honda decidió llamar a revisión a 118,598 unidades de la CR-V vendidas en Estados Unidos como modelo 2019.
El problema afecta a los vehículos fabricados entre el 3 de octubre de 2018 y el 1 de abril de 2019, según los documentos presentados por el fabricante japonés ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por su sigla en inglés).
La firma que cada CR-V ensamblado durante este lapso un defecto que involucra rebabas en el interior del volante metálico de la SUV, las cuales pueden causar daños al arnés secundario que corre dentro del volante, lo que podría provocar un cortocircuito.
Si la situación ocurre, los controles del volante y la bocina pueden dejar de funcionar o la bocina puede sonar inesperadamente, la luz de advertencia del airbag puede encenderse o, lo que sería peor, la bolsa podría desplegarse sin previo aviso.
Lo peligroso es que el despliegue del airbag podría ocurrir en cualquier momento, incluso cuando el automóvil está en circulación. Después de todo, el movimiento del volante mueve esas rebabas y, a su vez, raspa los cables del subarnés del interior.
A lo largo de mayo, Honda recibió 41 reclamaciones de garantía, 20 informes de campo y tres informes de lesiones relacionadas con el defecto en el modelo más exitoso de la marca en Estados Unidos, que cerró 2018 con casi 380,000 nuevos ejemplares en la calle, con lo que se situó como el sexto preferido del público.
El primer incidente de despliegue involuntario ocurrió a fines de febrero. De acuerdo a los reportes, el hecho podría haberse repetido en al menos cinco ocasiones. La casa nipona no especificó si los heridos se debieron a un despliegue de bolsa de aire. Sin embargo, dado que no ha habido accidentes, es la causa más probable.
La firma descubrió el problema por primera vez el 24 de enero y realizó cambios en el procedimiento de fabricación para eliminar las rebabas. Todo CR-V manufacturado después del 1 de abril tiene la versión actualizada del volante y no debería experimentar el problema, aseguró Honda. El fabricante ya comenzó a notificar a los concesionarios y notificará a los propietarios afectados en julio.
Una vez en el concesionario, los técnicos de reparación reemplazarán el carrete y el arnés del cable, e instalarán una cubierta protectora en el núcleo del volante sin costo alguno.
En otro procedimiento que involucró a sus productos, Honda también dijo que llamará para revisión 19,000 vehículos adicionales para trabajos de reparación adicionales, cuyos propietarios serán notificados por correo.