Harley-Davidson reanudó la producción de su primera motocicleta eléctrica, la muy esperada y no menos retrasada LiveWire, luego de una semana de pausa producto de un inconveniente con el cargador doméstico.
“Detener temporalmente la producción de la LiveWire nos permitió confirmar que la condición extraordinaria identificada en una motocicleta fue un hecho singular. Nos enorgullecemos de nuestras rigurosas medidas de garantía de calidad y nuestro impulso para entregar las mejores motocicletas del mundo», dijo a The Verge un portavoz de la firma estadounidense.
Harley describió vagamente el problema como una falla en los controles de calidad finales, según Reuters, sin indicar tampoco qué podría suceder al usar el accesorio. La compañía pidió a sus clientes que cargaran sus vehículos exclusivamente en sus concesionarios locales.
La agencia noticiosa británica habló con los encargados de 40 de los 150 puntos de venta, tras lo cual determinó que la mayoría de los compradores del modelo son clientes anteriores, no los jóvenes, modernos y adinerados novatos sobre las dos ruedas que la compañía esperaba atraer.
Los potenciales compradores que preguntaron por la LiveWire declinaron una vez que supieron que cuesta tanto como un SUV bien equipado. «El interés es alto, pero cuando (el interesado) conoce el precio, su entusiasmo se va a la basura», dijo el gerente de ventas de un concesionario en Nueva Jersey.
No hay indicios de que la empresa esté dispuesta a ofrecer descuentos o incentivos, según el mismo informe, presumiblemente porque gastó una fortuna en desarrollar un producto insignia desde cero y ahora desea recuperar su inversión.
Hasta la coyuntura, el fabricante alcanzó a distribuir una limitada partida hasta mediados de octubre de 2019, que los representantes entregaron a cambio de $29,799 dólares, en circunstancias una de sus unidades con motor convencional puede conseguirse por menos de $20,000 dólares.
El caso explotó tras filtrarse un mensaje de la directora de operaciones de Harley-Davidson, Michelle Kumbier, a los distribuidores. En el texto difundido por el Wall Street Journal, la ejecutiva reconoció que la situación “es decepcionante para todos nosotros”.
En un comunicado enviado a CNBC, la compañía añadió lo siguiente: «Recientemente descubrimos una condición extraordinaria durante un control de calidad final, por lo que se detuvo la producción y las entregas”, además de efectuarse “pruebas y análisis adicionales, que están progresando bien».
“Estamos en contacto permanente con nuestros distribuidores y clientes de Livewire, y les hemos asegurado que pueden continuar conduciendo sus motocicletas. Como de costumbre, mantenemos la alta calidad como nuestra principal prioridad», complementó.
La Livewire ha sido fuente de dolores de cabeza para la compañía con sede en Milwaukee. La aparición de su primera motocicleta totalmente eléctrica fue retrasada en múltiples ocasiones. Una vez presentada, fue muy criticada por ser demasiado costosa. La demanda, para peor, ha sido marcadamente lenta. Las expectativas son refrescar la marca fundada en 1903 y atraer consumidores más jóvenes.