Mientras algunos fabricantes recurren a gigantes tecnológicos como Intel o Google para el desarrollo del software para sus vehículos, el grupo Volkswagen cree que tiene más sentido tomar el toro por las astas. Por eso es que convocará a un equipo internacional de más de 5,000 expertos digitales para crear un sistema operativo modular llamado vw.os.
La nueva herramienta hará su debut en el ID.3, el primer modelo completamente eléctrico de la compañía, cuya aparición está programada para el Salón de Fráncfort, para luego extenderse gradualmente a todos los modelos del catálogo hacia 2025.
Bautizada “Car.Sofware”, la creciente unidad será la responsable de “aumentar el peso del software desarrollado internamente de menos del 10 por ciento actual a, por lo menos, 60 por ciento hasta 2025”, informó la compañía.
Para ello, repartirá en cinco áreas clave a sus expertos en desarrollo de software, desarrollo eléctrico y electrónico, conectividad, conducción autónoma, experiencia de usuario (UX), arquitectura de nube y comercio electrónico.
Agrupar el desarrollo de software en una sola división tiene sentido, especialmente considerando que la cartera del conglomerado es una de las más amplias en la industria. La gama abarca desde compactos y relativamente asequibles urbanos no comercializados en Estados Unidos, como el Volkswagen up!, a algunos de los carros más exclusivos del mundo, como el Bugatti Chiron.
La firma germana alemana explicó que actualmente equipa sus carros con hasta 70 unidades de control para operar software de 200 proveedores distintos. Además, tiene varios sistemas con funciones similares de infoentretenimiento y navegación.
“Un sistema operativo uniforme con las mismas funciones básicas para todas las marcas y el acceso al Volkswagen Automotive Cloud para todos los modelos del grupo simplificará considerablemente la situación”, sentenció en un comunicado de prensa.
Esto no significa que el Golf de octava generación vendrá con el mismo sistema de infoentretenimiento que el largamente esperado segundo modelo de Bugatti. La plataforma básica será la misma, pero cada marca la personalizará como mejor le parezca.
El software será altamente flexible, por lo que una marca como Lamborghini podrá agregar un temporizador de vueltas si lo necesita, mientras que un Jetta adscrito a un programa de uso compartido podría presentar funciones específicas del servicio.
Este enfoque tiene muchas similaridades al que se emplea en la construcción de automóviles. Muchas de las estructuras del conglomerado son sorprendentemente flexibles. Sin ir más lejos, el Audi TT y el Volkswagen Atlas comparten la plataforma MQB, a pesar de que son autos completamente diferentes.
La arquitectura MEB desarrollada para automóviles eléctricos (incluido el mencionado anteriormente ID.3) será aún más dinámica. Al aplicar esta estrategia al software, el grupo planea desarrollar una mejor tecnología que hará que sus próximos autos sean más inteligentes y fáciles de usar.