El piloto británico Sam Bird consiguió un doble triunfo en la inauguración de la Qualcomm New York City ePrix de la Fórmula E. Tras ganar la carrera del sábado —su primera victoria de la temporada— Bird volvió a subirse al podio el domingo, ganándole la partida a los dos pilotos del equipo Mahindra, el sueco Felix Rosenqvist y el alemán Nick Heidfeld.
El piloto del equipo DS Virgin Racing había hecho una vuelta impecable para registrar su primera pole position de la temporada, pero fue derrotado por Rosenqvist, quien incluso se mantuvo por delante de Bird durante las primeras vueltas.
Pero no por mucho tiempo. Echando mano de su consabida destreza al volante, con los frenos y el acelerador, pronto se puso por delante del sueco, alejándose de él y del resto un poco más con cada nueva vuelta que daba. Y sí, la destreza al volante puede ser mucha, pero si no tienes un vehículo que responda y esté a la altura, tu destreza no servirá de mucho (que se lo pregunten a Fernando Alonso…).
“Ha sido un fin de semana espectacular. Para mí, sí: pero también para mi equipo”, exclamó Bird, ya coronado como el mejor. “¡Qué vehículo me han dado! Estaba volando en la clasificación y durante la carrera. ¡Chapeau para el equipo de DS Virgin Racing por haberme dado el mejor auto que he pilotado nunca! Ha sido un fin de semana histórico, y no solo para mí, sino para la Fórmula E y para el automovilismo en general”.
A media carrera, Rosenqvist y su equipo detectaron un problema con la distribución de la energía en su carro, motivo por el cual se tomó la decisión de dejar que su compañero Nick Heidfeld lo pasara para ver si podía dar alcance a Bird. Pero nada.
Rosenqvist obtuvo finalmente la segunda posición, con lo cual mantiene las opciones matemática de ganar el título mundial cuando la serie concluya en Montreal, en dos semanas más.
Lo cierto es que al reconocido skyline Manhattan quizá le faltaba la imagen de unos cuantos autos de carreras compitiendo. La Qualcomm New York City ePrix es la primera competición internacional de automovilismo que se celebra en la historia moderna de New York, y se ha realizado en un circuito urbano que utiliza la terminal de cruceros en Brooklyn, en el barrio de Red Hook, a un costado del East River y con los rascacielos de Wall Street y la Estatua de la Libertad de fondo.
La Fórmula E está ganando cada día más fanáticos en el mundo del motor, aunque también entre los fabricantes de automóviles. La compañía alemana BMW acaba de anunciar un acuerdo para participar en la quinta temporada. Pero tal y como lo ha reconocido unos de los pilotos “estrella” de la competición, Nelson Piquet Jr., es un deporte que necesita desarrollarse aún más: “La idea es aún muy nueva. Necesitamos construir la historia”, ha dicho.
En eso están Bird, Rosenqvist, Sebastien Buemi y un grupo cada vez más serio de equipos y fabricantes. Lo extraño sería que no lo consiguiesen.