Luego de hacer de las suyas en Nürburgring al mando de una Ford F-150 Raptor, Vaughn Gittin Jr. regresó al circuito más célebre de Alemania para derretir el asfalto con los 900 caballos de fuerza de un Ford Mustang especialmente preparado para el drifting.
Bautizada como “Infierno Verde» por el legendario Jackie Stewart, la sección norte denominada Nordschleife tiene cientos de curvas repartidas a lo largo de 12.9 millas (22.8 kilómetros). Podría decirse que es la pista carreras más desafiante del mundo, y los tiempos por vuelta se han convertido en un punto de referencia para los fabricantes que desarrollan automóviles de alto rendimiento.
Con 6:44.97, el récord vigente para un vehículo de producción pertenece al Lamborghini Aventador SVJ. Pero el crono de Gittin ni siquiera fue publicado, pues el objetivo del piloto profesional era conseguir la espectacularidad de los derrapes y el caucho quemado antes que velocidad final.
Dada la longitud de la pista y la cantidad de humo que salió de las llantas traseras, es increíble que hayan durado una vuelta completa. Es una lástima que no se haya registrado el giro completo, aunque hay mucha acción en el video de aproximadamente tres minutos que protagoniza el piloto de Maryland.
Si bien se basa en un Ford Mustang GT 2018, el que condujo el estadounidense fue un ejemplar único especialmente modificada. Sin embargo, RTR Vehicles, la firma de la que Gittin es propietario, vende paquetes de ajuste para el modelo, que le dan un estilo más agresivo y mejoras de rendimiento, produciendo casi 700 hp en la versión Spec 3. La compañía, además, está planeando paquetes para la F-150.
Pero Ford también tiene en el horno su propio y nuevo Mustang, que pretende estrenar en 2019. El próximo Shelby GT500 tendrá al menos 690 hp, según ha afirmado el fabricante estadounidense, así como las actualizaciones aerodinámicas y de chasis para manejar toda esa potencia. Será el automóvil de producción más poderoso en la historia de la marca, superando incluso al superdeportivo GT de 647 hp, así como al anterior GT500 de 662 hp aparecido en 2013 y 2014.
Cuando finalmente se revele la unidad, no nos sorprendería verla derrapando en Nürburgring. El Shelby probablemente no podrá correr más rápido que los superdeportivos más veloces, pero Ford sí que podría intentar establecer un buen tiempo de vuelta para tener derecho a fanfarronear ante su más enconado rival, el Chevrolet Camaro ZL1.