Los automóviles fabricados por Ferrari son objeto de culto y reverencia, no solo por su maestría tecnológica, sino también por la tradición que los respalda.
Ferrari, que nunca ha mostrado reserva alguna en hacer uso de su historia, inició en 2018 una serie de modelos de producción muy limitada a la que llamó Serie Icona, a fin de interpretar en vehículos modernos el espíritu que guió sus glorias pasadas. Los dos modelos iniciales de la Serie Icona, presentados en simultáneo en otoño de ese año y basados en el 812 Superfast de motor delantero, son los Monza SP1 y Monza SP2, de uno y dos asientos, respectivamente. Estos dos modelos de producción limitada a un total de 500 unidades aproximadamente tienen un precio cercano a los dos millones de dólares cada uno. Los íconos de Ferrari no son para todo el mundo.
Tres años más tarde llega un nuevo integrante a la Serie Icona. Se trata del Ferrari Daytona SP3, que acaba de ser presentado en el evento Finali Mondiali de Ferrari en el circuito de Mugello, en Italia. La espera valió la pena.
El nuevo ícono de Ferrari está inspirado en los tres prototipo de carreras que lograron los primeros tres lugares de las 24 horas de Daytona en 1967, 330P3, 330P4 y un 412P, lo cual es aparente al ver sus líneas que, si bien no replican las de los bólidos del 67, si las recuerdan y comparten con ellos su configuración de motor central.
Detrás de las dos butacas de competencia del Daytona SP3 se encuentra un portentoso motor V12 de 6.5 litros muy similar al que usa el 812 Competizione, pero con un nuevo sistema de admisión y escape a fin de adaptarlo a la nueva colocación central.
Modificaciones internas como tratamiento de carbono tipo diamante para reducir la fricción de varias piezas internas y mejoras al sistema de inyección directa de combustible le dan al nuevo V12 una ganancia de 10 caballos de fuerza respecto al 812 Competizione para un total de 829 caballos, que lo convierten en el motor de combustión interna más potente de todos los tiempos para un Ferrari de uso en las vías públicas. La potencia llega a las ruedas traseras a través de una caja de cambios transeje de siete velocidades de doble embrague.
Como era de esperarse, la estructura monocuerpo y todos los paneles de la carrocería están hechos de fibra de carbono para un peso en vacío de 3,275 libras, según las especificaciones compartidas por Ferrari.
El diseño contemporáneo y ultramoderno de la carrocería no deja de mostrar la herencia de los bólidos de 1967 en detalles como el parabrisas envolvente y los arcos de los nichos de las ruedas, que afectan el tope de los guardafangos, especialmente en la parte delantera.
Uno de los homenajes curiosos a los modelos del 67 es el hecho de que el Daytona SP3, al igual que los antiguos prototipos, solo dispone de aerodinámica pasiva. Por ello, el modelo debe compensar la falta de persianas activas y alerones de activación automática, tan comunes en los superdeportivos modernos, mediante el uso de ductos estilo chimenea para extraer aire a baja presión de debajo del automóvil y poder mejorar el coeficiente aerodinámico a altas velocidades.
Al igual que los Monza SP1 y SP2, el Daytona SP3 será construido en cantidades muy limitadas y vendido solo por invitación y a precios exorbitantes a clientes establecidos de Ferrari.