Ferrari es un especialista en la creación de carros de edición limitada, y siempre logra atraer a una infinidad de clientes que gastan unas nada despreciables sumas de dinero a cambio de la exclusividad. Y esta última edición especial, sin duda, vuelve a cumplir con estas premisas.
Se llama el Ferrari J50, y de él sólo se fabricarán 10 ejemplares. Este elegante supercar fue creado por la división de Proyectos Especiales de Ferrari para celebrar los 50 años de la marca en Japón. El J50 se construye a partir del 488 Spider, aunque viene con una carrocería completamente diferente, inspirada en otros Ferraris icónicos, como el F40 y el F50.
Relacionado: El Ferrari 488 Challenge llega para desafiar las habilidades de los pilotos este próximo 2017
El diseño general es más agresivo que el 488 Spider, con una nariz más puntiaguda y unos faros que guardan cierto parecido con las luces con forma de hendidura del Ferrari FXX K. Una franja negra envuelve su frontal y parte también del cuerpo, al igual que en el F40 y F50. El parabrisas y las ventanillas laterales están inclinados, creando lo que Ferrari llama un “visor de casco”.
A diferencia del 488 Spider, el J50 no es un convertible en sentido estricto. En su lugar, tiene un panel de techo extraíble, el cual expone sólo el área por encima de la cabina. Cualquier otra cosa habría alterado el estilo elegante que se buscaba conseguir. En Ferrari además aseguran que el parabrisas inferior aumenta el flujo de aire sobre el spoiler trasero, proporcionando a su vez una mayor carga aerodinámica.
Bajo el cofre no hay grandes diferencias entre el Spider 488 y el J50, por lo que este último utiliza un V8 de 3.9 litros biturbo. Sin embargo, produce 20 caballos de fuerza más, dándole al J50 un total de 681 HP. El interior prácticamente no tiene cambios en relación al Spider, aunque Ferrari ha añadido algunos detalles especiales en los asientos, haciéndolos coincidir con partes del exterior.
Cada uno de los 10 modelos de producción del J50 se adaptarán a las especificaciones de exijan sus propietarios, por lo que pueden acabar siendo algo diferentes al modelo en rojo y negro que muestran las fotografías. Ferrari no ha dicho nada sobre su precio, aunque se sabe que los del Cavallino Rampante nunca tienen problemas para encontrar compradores que paguen lo que se les pida.