Bruce McLaren y Chris Amon condujeron este GT40 negro y plateado, chasis P/ 1046, al primer lugar en Le Mans hace 50 años. Después de años de propiedad privada —que incluyó su participación en algunas carreras y eventos especiales para autos de época, se le realizó una restauración completa por parte del concesionario de coches clásicos RK Motors Charlotte, en un proceso en el que se tuvo que documentar a fondo a través de una serie de videos. El auto fue enviado a Francia para estar presente en el 50 aniversario de su momento de mayor gloria.
El GT40 fue diseñado para un solo propósito: vencer a Ferrari. Después de Enzo Ferrari no cumpliera con un acuerdo de vender su compañía a Ford, un enfurecido Henry Ford II decidió vencer a Enzo en Le Mans. A Ford le tomó dos años, pero finalmente en 1966, el GT40 acabó primero, segundo y tercero. Ford ganó después en 1967, 1968, y 1969, en tanto que Ferrari nunca más volvió a ganar de nuevo.
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Esto sólo sucedió después de dos pésimas temporadas, la de 1964 y 1965, y muchas mejoras se le tuvieron que hacer al GT40. El ganador de Le Mans corre gracias a un V8 de 7.0 litros, utilizado en otros autos más tarde. Tiene 485 caballos de fuerza, y 475 libras-pie de torque. El nombre GT40, por cierto, viene de la altura del vehículo: 40 pulgadas, tan bajo que el piloto Dan Gurney no pudo subirse en él hasta que se añadió una pequeña joroba al techo, conocida ahora como “la burbuja Gurney”.
El chasis P/1046, que llevaba el número 2 en la competencia, sólo se pudo convertir en ganador de Le Mans gracias a algunas circunstancias un tanto curiosas. En 1966, en la última hora de carrera, se hizo evidente de que un GT40 ganaría. Ford había arreglado con autoridades de la carrera para hacer que los tres autos cruzaran la línea de meta al mismo tiempo, suponiendo que el resultado sería así un triple empate.
Al conductor que iba en primer lugar, Ken Miles, se le ordenó reducir la velocidad para que el auto número 2 pudiera alcanzarlo. Después de que los tres automóviles cruzaron la línea de meta, los oficiales declararon de que el auto No 2 había en realidad comenzado la carrera más retrasado que los otros (unos 20 más, para ser precisos), haciendo que sus conductores fuesen los ganadores por haber recorrido una mayor distancia.
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Ford ha tenido este año la oportunidad para otro de sus trucos publicitarios. El GT de este año 2016 ha sido un coche nuevo que, como la compañía ya aprendió en 1964, no es óptimo. También se enfrentó a la aguerrida competencia de los equipos Corvette y Porsche, además de su viejo Némesis, el Ferrari. Quizá será cosa de ver en un par de años más a dónde Ford ha llegado, o mejor dijo, ha vuelto a llegar.