El carro parece sacado de una película de ciencia ficción filmada —eso sí—en la década de los ‘70. El sitio web Speed Society ha sabido que toma prestado un puñado de componentes de la tercera generación de Chevrolet Corvette, pero las similitudes entre ambos modelos son pocas y distantes. Bajo la piel nos encontramos un drivetrain impulsado por batería y fabricado desde cero por Hans-Henrik Thomsen y su primo, Glenn Nielsen. Los hombres se llaman a sí mismos los True Cousins, y han llamado a su fantástica creación TC-X.
El TC-X recientemente corrió un octavo de milla en sólo 4.89 segundos, a una velocidad de 144 mph. Pero antes de poder jactarse de cualquier registro, los “Primos” deben demostrar que no consiguieron lo que consiguieron por pura suerte. En una segunda carrera, obtuvieron un tiempo de 4.9 segundos en la misma pista en Malmo, Suecia. Así, el TC-X es ahora oficialmente el vehículo eléctrico con la aceleración más rápida del planeta, y se posiciona muy cerca del récord total de las máquina a baterías.
Esa no es la primera vez que se está a una distancia muy breve de un récord mundial. En 2015, el TC-X cubrió un octavo de milla en 5.7 segundos, lo cual lo convirtió en el vehículo eléctrico más rápido en el mundo en ese entonces. ¿Pensando ahora en el modo Tesla Ludicrous? El TC-X era capaz de volar de cero a 62 mph en sólo 1.5 segundos. En ese momento, para su tren de propulsión utilizó un paquete de enormes batería que “Los Primos” sacaron de un motor de montacargas que compraron usado. Las baterías suministraron 2,200 caballos de fuerza por hasta cinco segundos, lo que explica su bestial aceleración. No se han publicado más especificaciones actualizadas, pero las fotos en la página de Facebook de los primos muestran que está equipado con un paracaídas para ayudar a detenerlo.
El récord actual pertenece a un carro llamado Panic en Detroit, según la web danesa Politiken. Los True Cousins esperan batir su récord de una vez por todas la próxima vez que el TC-X llegue a una pista.