Las autoridades del Reino Unido estudian permitir la conducción sin las manos al volante para el primer semestre de 2021.
Así se desprende de una convocatoria para la prueba de sistemas de mantenimiento de carril automatizados (ALKS) emitida por el Departamento de Transporte (DfT).
El ALKS fue aprobado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) y estableció el marco para permitir el manejo autónomo en atascos a velocidades de hasta 60 kilómetros por hora.
De acuerdo con el DfT, una modificación a la norma podría validar velocidades de hasta 112 km/h (70 mph), lo cual transformaría en “cosa del pasado los largos y tediosos viajes por autopista”, expuso BBC News.
El medio recordó que el sistema de asistencia Autopilot de Tesla es un buen ejemplo de la tecnología y es considerada una autonomía de nivel dos, en una escala de cinco. El siguiente no necesita la atención de quien maneja hasta que el carro indique lo contrario.
“Controla los movimientos del automóvil y puede mantenerlo en el carril durante períodos prolongados, aunque los conductores deben estar prestos para recuperar el control”, explicó.
Sin bien la tecnología ya existe en los coches más modernos, la legislación internacional obliga al conductor a permanecer alerta para tomar el mando ante cualquier eventualidad o bien castiga explícitamente a quien despega las manos del volante.
La legalización de esta práctica requerirá cambios normativos, algo que las autoridades del Reino Unido también han considerado. Por lo mismo, hasta el 27 de octubre mantendrán abierta una consulta para saber cómo la industria automotriz implementarla la medida de forma segura, añadió BBC News.
Según la versión, el proceso “también analizará si los automóviles habilitados para ALKS deben clasificarse como automatizados, lo que significa que el proveedor de tecnología en lugar del conductor sería responsable de la seguridad mientras el sistema está activado”.
Para el director ejecutivo de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores, Mike Hawes, las tecnologías automatizadas «cambiarían la vida» y podrían prevenir 47,000 accidentes graves en los próximos 10 años.