Los llamados Millennials, todos aquellos nacidos a partir de la segunda mitad de la década de los ’80, son cada vez más protagonistas del mundo en que vivimos. Ya no se trata sólo de jóvenes con proyectos e intereses concretos, y además, su peso en el mercado va claramente en alza.
Por descontado, esto es algo que las grandes compañías tienen muy claro, ya que se trata de un “futuro” que cada vez se hace más “presente”. En telefonía, en electrónica, y por supuesto, también en automóviles. Y en esto último, los Millennials parecen tener las cosas muy claras: el carro que ellos están eligiendo por sobre los demás es el Chevrolet Cruze.
La publicación Consumer Reports ya lo sugiere, al situar al Chevy Cruze como el vehículo compacto de más éxito en lo que llevamos de año, desbancando en este puesto por primera vez al Toyota Corolla y al Honda Civic, carros historicamente preferidos por las generaciones anteriores.
Para Consumer Reports, la fórmula del éxito del Cruze es bastante simple: fusionas un Malibu y un Impala, reduciendo un poco la escala, claro, pero preservando las formas de una conducción suave y unas generosas características disponibles. El resultado es un sedán único y lo suficientemente espacioso como para ser una alternativa económica a un automóvil mediano. En otras palabras: un éxito seguro, que ya recoge frutos.
Pero este éxito del Cruze tiene también un claro motivo generacional, y de aquello se hace eco Automotive News. Sucede que los Millennials han entrado ya en escena, y no son ya tanto un mercado futuro, sino parte constitutiva de un presente.
En efecto, los Millennials constituyen en la actualidad el 29 por ciento del mercado de compra de vehículos, porcentaje que se elevará —ni más ni menos— al 40% en el año 2020. Es importante señalar que los Millennials latinos constituyen un nada despreciable 21% del total de los Millennials de EE.UU.
Las razones de este crecimiento, por lo demás, son del todo lógicas. Los Millennials van dejando de ser niños y adolescentes, y se van transformando en adultos con más poder de compra. Los fabricantes de automóviles —que no son nada de tontos— llevan años observándolos, introduciendo en sus vehículos las tecnologías en la que esta generación ha vivido.
Los que somos algo más mayores, nos hemos tenido que ir acostumbrando a tecnologías que nos pillaron ya más “creciditos”. Los Millennials, en cambio, han vivido con ellas prácticamente desde sus primeros años, y por lo mismo les resulta inconcebible que algo que no incluya cosas como la conectividad, por ejemplo.
Los fabricantes han entendido que la incorporación de tecnología influye (o influirá) muy directamente en el aumento de las ventas. Y en este punto, Chevrolet ha hecho un buen trabajo. Los Millennials encuentran en sus vehículos justamente aquello que esperan. Y no hablamos aquí de una teoría, o una proyección. Estamos hablando de hechos, de presente. Bien por Chevrolet.