Puede que Silicon Valley (California) sea la cuna de los carros autoconducidos “Made in USA”, pero lo cierto es que el primer estado que ha aprobado las regulaciones de vehículos autónomos se encuentra 2,400 millas más al este. Sucede gobernador de Michigan, Rick Snyder, firmó la ley SAVE la semana recién pasada, y el fabricante de automóviles ya está sacando provecho de esto.
General Motors anunció ayer jueves que comenzará la producción de vehículos autónomos en el estado de Michigan el próximo año, comenzando con una flota de Chevrolet Bolt. Las pruebas ya están en marcha en el Centro Técnico que la marca posee en Warren, pero después de la temporada navideña, la próxima generación de vehículos sin conductor comenzará a llegar a las calles. Según GM, el futuro está a la vuelta de la esquina.
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“La revolución del transporte para nuestros clientes, junto con la mejora de la seguridad en las carreteras, es el objetivo de nuestra tecnología de vehículos autónomos, y el anuncio de hoy no es sino un paso más para hacer realidad esta visión”, ha dicho Mary Barra, CEO de General Motors. “Nuestra tecnología autónoma será confiable y segura, cosa que nuestros clientes esperan de cualquiera de nuestros vehículos”.
A diferencia de Silicon Valley, el clima de Michigan puede hacer que todo sea un poco más complicado. Indudablemente, esto presenta desafíos y oportunidades únicas para GM, ya que los carros sin conductor podrán (y deberán) responder en condiciones de baja visibilidad, nieve o hielo. La compañía cuenta actualmente con más de 40 automóviles autodirigidos en San Francisco y Scottsdale, Arizona, pero ese número seguramente crecerá.
Además de permitir tanto las pruebas como el desarrollo de vehículos autónomos, la ley SAVE establece las directrices para la eventual venta de vehículos sin conductor. La ley también es responsable del recientemente bautizado Consejo de Movilidad Futura de Michigan, el cual propondrá políticas de estandarización de la industria, además de monitorear las redes de vehículos conectados y determinar cómo se utilizarán mejor los datos de tráfico para seguir avanzando en este futuro que —por lo visto— ya está a las puertas.