El último Corvette Grand Sport ofrece la experiencia de conducir un auto deportivo perfecto… eso sí, con algo de con moderación. Corvette está en el negocio del rendimiento, y lo cierto es que ha estado allí metido ya por décadas. Es por ello que ahora quiere celebrar con nosotros su herencia entregándonos el Grand Sport, un modelo que comenzó su gestación como un proyecto de diseño casi independiente dentro de GM, y que ahora vemos ya listo para saltar a las pistas.
El título de Grand Sport encarna justamente ese espíritu de rendimiento superior, mejor incluso que el Z06, en esta nueva muestra de diseño y de categoría, en versión 2017.
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El último Grand Sport de Corvette se basa el ya exitoso C7 Stingray, y pone a punto el significado mismo de lo que significa conducir un Corvette. Posee con un motor V8 de aspiración natural de 6.2 litros que produce una potencia de 460 caballos de fuerza y 465 libras-pie de torque. Toda esta potencia es enviada a las ruedas traseras a través de una transmisión automática de 8 velocidades o, si lo prefieres, una caja de cambios manual de 7 velocidades. Puede pasar de 0 a 60 millas por hora en 3.6 segundos.
El Grand Sport toma algunas partes del Z06, pero sólo las que podrían mejorar, dejando fuera todo lo demás. Por ejemplo, el paquete aerodinámico opcional omite todas aquellas partes que quizá hacen más potente al Z06 en la pista, pero aumentarían la resistencia en el Grand Sport, alejándolo de su principal característica, que es la de ser un modelo más centrado en el conductor que en la carretera.
Por fuera, posee una variada gama de combinaciones de colores disponibles, y por dentro, una serie de detalles nos recuerda constantemente que estamos frente a una edición especial.
Por cierto: a más de alguno le podrá parecer algo recargado, pero el interior está lejos de ser una colección decorativa e inútil, pensada sólo para la comodidad. Una pantalla táctil MyLink de 8 pulgadas es el centro de las aplicaciones disponibles para la navegación, la configuración del teléfono y del entretenimiento. Junto con Apple CarPlay y Android Auto, el sistema MyLink también ofrece Wi-Fi LTE 4G, dando al Corvette los puntos de acceso mas rápidos posibles sobre ruedas.
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El último Corvette ha sido recibido con optimismo. Quizá fue su apariencia lo que más preocupó, en algún momento, a sus seguidores. Pero toda preocupación queda aliviada una vez que se le estiran las piernas en la carretera. Por otra parte, toda esa funcionalidad, diseño y deportividad por $66,445 puede resultar algo alta, pero no extralimitada.
Como si se tratase de un buen licor, el Grand Sport involucra una experiencia que debe ser consumida con moderación: una deportividad cómoda para la conducción en carretera, y todo aunque no sea —precisamente— un vehículo de carreras. Ágil cuando se le presiona, pero con la suficiente maniobrabilidad como para manejarlo sin el temor a que se convierta en una bestia incontrolable. Una excelente noticia, en más de un sentido.