Es sabido que belleza está en el ojo del espectador, y cuando analizamos un automóvil nos fijamos en factores tales como el rendimiento, su tecnología, su comodidad y su valor. Pero la hermosura siempre va aparte, y no pocas veces decanta la balanza en una decisión. Y si bien es difícil precisar exactamente qué hace a los carros bonitos y únicos ser –justamente– “bonitos”, no podemos negar que algunos modelos terminan asociados con el término con mucha más frecuencia que otros.
Es seguro que esta lista no está completa, y más de alguno echará en falta algún otro modelo. Pero hoy, para nosotros, estos son algunos de los carros más hermosos jamás fabricados.
Chevrolet Corvette (primera generación)
El Chevrolet Corvette original merece su propio capítulo en el libro de la Historia del Diseño Automotriz. Presentado en 1953, se inspiró en el automóvil modelo EX-122 que se exhibió en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, como parte del Motorama de General Motors. Chevrolet esencialmente llevó la idea de un concept car a la producción, un movimiento audaz en cualquier época.
Un motor de seis cilindros con poca potencia y una calidad de fabricación sorprendentemente mediocre hicieron que el primer Corvette fracasara. Sin embargo, nadie criticó su diseño, y es seguro afirmar que fue su hermoso aspecto el que ayudó a Corvette a sobrevivir a sus primeros años en el mercado.
Cadillac Sedan de Ville (primera generación)
Cadillac fue el estándar de oro en el segmento de los automóviles de lujo americanos durante la década de los 50. Si algunas vez has tenido la suerte de manejar un Sedán de Ville de 1959, sabrás que nunca tantos ojos te habrán estado observando. Desde su parrilla cromada (más ancha que un espacio de estacionamiento) hasta las aletas traseras que podían funcionar como arpones, el Sedan de Ville se mantuvo jugando en una liga aparte de cualquier otro sedán de lujo en el planeta. Cadillac ha suavizado su lenguaje de diseño en los últimos años, pero si observas detenidamente algunos de los automóviles más recientes de la marca, verás todavía alguna referencia a esas gloriosas aletas.
Ferrari Dino 206GT / 246GT
Llamado cariñosamente “babyFerrari”, el Dino 246 GT recibió un V6 montado transversalmente, instalado justo detrás del compartimiento de pasajeros. El diseño del motor medio requería una distancia entre ejes relativamente larga, por lo que los diseñadores utilizaron arbotantes largos y fluidos para igualar las proporciones. El resultado fue pura magia de diseño italiano, y el 246 GT inspiró a toda una generación de superdeportivos con motor central. Los rumores dicen que tendrá muy pronto un sucesor, pero nada es oficial todavía.
Alfa Romeo Duetto
Te desafiamos a encontrar una expresión más pura del diseño automotriz italiano que el original Alfa Romeo Duetto de (estilo Pininfarina), lanzado en 1966. Sus suaves bordes le valieron el sobrenombre de osso di seppia, que en italiano quiere decir «hueso de sepia». Echa una mirada al modelo rojo conducido por Dustin Hoffman en The Graduate, y te harás una idea del porqué de su fama. El Duetto se transformó después en el Spider, un pilar de la alineación Alfa Romeo durante décadas.
Toyota 2000GT
Nadie esperaba que Toyota saliera con un auto deportivo de clase mundial en la década de los 60 y mucho menos que fuese tan bonito como el 2000GT. Llevaba un capó largo con un cuerpo de cabina más bien compacto, con tracción delantera. Su diseño se caracterizó por un frontal bajo y unas luces cubiertas bajo una pequeña vitrina de vidrio, y una línea de techo inclinado. El 2000 GT sigue siendo uno de los Toyotas más bellos jamás construidos. También se ha convertido en uno de los automóviles japoneses más codiciados y, en consecuencia, uno de los más caros.
AC Cobra
El AC Cobra original no necesitaba un cuerpo demasiado trabajado, ya que lo suyo se trataba de rendimiento, no de diseño. Sus líneas eran puras y simples. Sin embargo, exudaban poder… Y aunque nunca se convirtió en el modelo de combate del Corvette que Carroll Shelby y Ford imaginaron, sí se convirtió en una leyenda en sí mismo al dominar las pistas de carreras a ambos lados del Atlántico.
Las líneas funcionales se han mantenido casi sin cambios a lo largo de la producción inusualmente larga del Cobra. Han resistido tan bien que Shelby aún fabrica el Cobra, aunque ahora con una etiqueta de precio similar a la de un superdeportivo. El roadster también ha inspirado innumerables réplicas basadas en una vertiginosa variedad de vehículos. Incluso hemos visto imitaciones de Cobra en plataformas Volkswagen con motor trasero.
Lamborghini Miura
Los Miura callaron a esos incrédulos que osaron afirmar que Lamborghini nunca vencería a Ferrari. Su silueta baja con líneas elegantes y sutiles sedujo instantáneamente a los entusiastas que asistieron a su presentación en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1966. Su V12 de montaje medio lo convirtió en una obra maestra de la técnica automotriz, haciendo al Miura en el secreto objeto del deseo del segmento Gran Tourer. La verdad, le tomó a los rivales años recuperarse.
Mercedes-Benz w124
Lo sabemos, sí; no vamos a llegar a un consenso entre los lectores al incluir el Mercedes-Benz w124 en esta lista, pero créenos: el w124 sigue siendo uno de los sedanes más eternos en llevar la famosa estrella de tres puntas. Sus líneas han envejecido con gracia durante las últimas tres décadas, y sus proporciones siguen siendo tan espectaculares como siempre. Ve al Ritz en uno de estos y aún verás cómo la gente gira sus cabezas para verte. Es como si llegas a tu fiesta de graduación acompañado de Salma Hayek.
Alfa Romeo Giulia
El Giulia más nuevo de Alfa Romeo es un soplo de aire fresco en una época en que las láminas de metal con demasiada frecuencia son aletadas, ventiladas y torturadas por una multitud de ángulos incongruentes. El Giulia sigue admirablemente el legado de la marca sin el mínimo toque de estilo retro, y encaja en el compacto sedán deportivo sin copiar a los alemanes que gobiernan el gallinero. Simplemente, ¡bravo, é bellissima!
Audi TT (Primera generación)
El departamento de diseño de Audi se apuntó un home run con el TT original. Dejó a la competencia completamente pasmada, enviando a sus rivales en una búsqueda desesperada de cualquier cosa para contrarrestar las líneas nítidas inspiradas en el Bauhaus. La tapicería de guante de béisbol disponible también lo hacía hermoso por dentro. El modelo de segunda generación perdió parte del encanto de su predecesor, pero Audi recuperó su sitio con su último TT.
*Artículo actualizado el 25 de marzo por Daniel Matus.