Así, BAC es el último fabricante de automóviles que continúa la creciente tendencia de conducción en paisajes invernales. Hace pocos días, el fabricante llevó a un grupo de clientes y tres de sus automóviles a Suecia, en pleno invierno, para probar qué tal aceleraban y derrapaban sobre la nieve y el hielo. Por lo que pudimos ver, ninguno de ellos acabó en un hospital con hipotermia o lesiones varias, lo cual es ya de agradecer.
El equipo BAC aterrizó en la ciudad sueca de Åre, conocida más que nada por sus estaciones de esquí. Además de mostrar las capacidades del Mono —dando a sus propietarios una lección de conducción y drifting en condiciones extremas— la compañía quiso valerse de este evento inusual para crear una relación más estrecha con sus clientes, todo sobre la base de una experiencia memorable. Y bueno: hacer drifting montado en uno de estos carros livianos sobre el hielo, ciertamente califica como “experincia memorable”.
Para los que no están familiarizados, el Mono es la creación de los hermanos Ian y Neil Briggs (BAC es la abreviatura de Briggs Automotive Company). La versión actual es accionada por un motor de cuatro cilindros de 2.5 litros, el cual produce 305 caballos de fuerza. Este motor pone en movimiento un carro que apenas pesa 1,300 libras (casi 590 kilos), de seguro la mayor ventajas que tiene una carrocería minimalista. Sobre el asfalto, BAC afirma que su Mono pasa de 0 a 60 mph en sólo 2.8 segundos, acercándose —y mucho— a la rapidez propia de algunos superdeportivos.
Mientras que este vehículo ha tenido sobre sí mucha atención —incluyendo una positiva reseña en Top Gear— sigue siendo un producto excéntrico. BAC sólo construye dos automóviles por mes en su diminuta fábrica, y no parece que vaya a aumentar esta producción. Eso sí, BAC tiene planes más ambiciosos, incluyendo la fabricación de un superdeportivo híbrido para competir con los gustos de Ferrari LaFerrari, McLaren P1 y Porsche 918 Spyder.