El mundo de los automóviles de lujo vive en constante guerra. Prueba de esto es que cada pocos años Mercedes-Benz, Audi, BMW o Porsche introducen algún tipo de “revolución” en los segmentos en los cuales compiten. En 2005, Mercedes-Benz introdujo el Clase CLS y creó —de paso— el segmento coupé de 4 puertas. Porsche le respondió cuatro años después, con su célebre Panamera ‘jorobado’. Luego vino del Audi A7, y, finalmente, entró en el baile también BMW con su Serie 6 Grand Coupé.
Mercedes fue el primero, y se debe reconocer que también fue el mejor. Quizá por ello Audi decidió llevar a los demás a donde se sentía más cómodo compitiendo: el diseño. Y es que, en verdad, el Sportback nunca se vio tanto como una respuesta a este nuevo segmento creado por Mercedes, sino más bien como una redefinición del mismo.
Relacionado: Audi A3 e-tron 2017 sube en tecnología y baja en consumo de combustible
Y ya se acerca el 2017, y cada uno de estos coupés de 4 puertas están preparando sus nuevas generaciones. Y hay que decirlo: la lucha se ha intensificado. Ya no se trata de una simple competencia de ‘curvas más’ o ‘curvas menos’: se trata de un enfrentamiento de fuerzas.
Audi tiene una tradición de sutileza, incluso entre sus modelos más potentes. El Rennsport (RS) denota el desarrollo de rendimiento capaz de competir con el M de BMW y el AMG de Mercedes-Benz. Y hay que fijarse en el simple hecho de que mientras que sus enemigos tienden a inflar los guardabarros, Audi prefiere unos toques modestos para distinguir su RS.
En el caso del RS7 Performance, toques de fibra de carbono en el splitter, en los espejos, en el difusor trasero; tubos de escape ovalados doble, una sólida parrilla de malla negra, ruedas de 21 pulgadas y 5 radios, y faldones laterales largos.
Bajo el cofre encontramos un V8 de 4.0 litros doble turbo de 605 caballos de fuerza y 553 libras-pie de torque. En comparación con el RS7 estándar, la variante Performance viene con un extra de 45 caballos y 37 libras-pie. Audi asegura que el RS7 Performance puede pasar de 0 a 60 mph en 3.7 segundos, aunque conductores independientes aseguran haber bajado este registro a los 3 segundos exactos. Si no levantas el pie del acelerador, este súper coupé de 4 puertas acelerará hasta alcanzar las 190 mph. Viene con una transmisión automática de 8 velocidades con levas de cambio en el volante.
Relacionado: El interior de los autos del futuro, según Audi
Al igual que sus rivales, el RS7 Performance sacrifica el asiento trasero del centro para mayor confort de los tres (sólo tres) acompañantes del piloto. Cada uno de los asientos es una mezcla perfecta de comodidad y diseño. El sistema de información y entretenimiento MMI disponible en el RS7 no incluye, eso sí, un controlador de pantalla totalmente digital, ni la última pantalla central ‘de la casa’, pero el módulo existente sigue siendo intuitivo y sensible. Los conductores pueden personalizar la información visible en la pantalla principal, la visualización del conductor, o head-up, y todo a través de los mandos en el volante, reduciendo las distracciones.
En dura competencia contra el Mercedes-AMG CLS63 S, el Porsche Panamera Turbo S, y el BMW M6 Gran Coupe Competition, el Audi RS7 Performance es menos costoso que el Porsche ($180K) y el BMW ($165K), y puede que los supere en una carrera de velocidad. Es claro que no muchos pueden desprenderse de $129,000 cuando se dan una vuelta por un concesionario de autos, pero para aquellos afortunados que sí puedan, se les garantiza que serán y seguirán fieles a Audi por el resto de sus días.