A principios de esta década, Toyota y Subaru unieron fuerzas para desarrollar un par de coupés de tracción trasera casi idénticos, llamados 86 y BRZ, respectivamente. Casi 10 años más tarde, ambos fabricantes han anunciado otra colaboración, pero esta vez no será para idear un deportivo. En cambio, la idea es desarrollar una plataforma que sustentará autos eléctricos, incluida una SUV de la cual cada marca tendrá su versión.
La alianza aprovechará la experiencia de Toyota en trenes de potencia eléctricos y la de Subaru en la fabricación de sistemas de tracción total. Aún sin nombre, la estructura será un insumo para el chasis de vehículos de pasajeros medianos y grandes, según un comunicado. En otras palabras, no será para modelos compactos como el Yaris, pero sí podría servir como base para las variedades como Toyota Camry o Subaru Outback.
Ninguna de las partes reveló específicamente qué planea construir sobre dicha arquitectura, pero sí anunciaron el desarrollo conjunto del citado familiar. Es demasiado pronto para decir si el modelo de Subaru será idéntico al de Toyota, pero sospechamos que los encargados de diseño de cada bando se esmerarán en crear el producto más exclusivo posible.
Lo que sí es seguro es que los dos carros compartirán casi todos los componentes debajo de la carrocería, incluida la mencionada plataforma. Los detalles técnicos, como el tamaño de la batería y el rango de conducción que entregará, permanecen en la indefinición, dado que el proyecto aún se encuentra en su etapa embrionaria.
No esperamos ver los vehículos hasta principios de 2020, pero sí confiamos en que la plataforma desarrollada conjuntamente sea lo suficientemente flexible como para ensamblar sedanes, crossovers y SUV, así como los que Toyota denomina como «modelos derivados».
«Tanto Subaru como Toyota creen necesario adoptar un modelo de negocio que vaya más allá de lo convencional, cruzando las fronteras industriales junto con varios tipos de aliados que compartan sus aspiraciones», afirmó Toyota.
Toyota posee una participación de 16.8% en Subaru y los dos ya han colaborado en sistemas de propulsión electrificada. El primer modelo híbrido enchufable en serie de Subaru, el Crosstrek Hybrid (vehículo en la imagen de encabezado), utiliza hardware y software prestados del Toyota Prius.
Si bien este tipo de acuerdos no son nada nuevo en la industria automotriz, el anuncio demuestra una vez más que el desarrollo de componentes para automóviles eléctricos es considerablemente más costoso que diseñar que los motores de cuatro cilindros. Es por eso que los fabricantes de todo el espectro automotriz están dejando de lado sus diferencias para ser más eficientes en el uso de sus recursos.