Es evidente que Apple ha estado involucrándose en automóviles, wearables y otras tecnologías, además de su área central de teléfonos y computadoras. Pero una nueva propuesta de esta compañía está relacionada a un mercado que pocas personas esperaban.
Una solicitud de patente publicada recientemente sugiere que Apple podría involucrarse en la creciente industria de vaping, con su propio vaporizador de alta tecnología.
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Presentada en junio del 2016 y publicada el 26 de enero del 2017 por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, la solicitud de patente describe un vaporizador que utiliza alta temperatura para convertir una sustancia en vapor. La patente se centra en el método de vaporización, con un énfasis en maneras de maximizar la tasa de vaporización para que se maximice el resultado de la sustancia que se convertirá en vapor y minimice lo que se desperdicia al enfriarse.
Apple no hace referencia a los materiales utilizados en este proceso de vaporización, y no menciona el uso final previsto del producto, pero algunos especulan que la creciente popularidad de vaping, el consumo de cigarrillos electrónicos, y la creciente legalización de la marihuana en los Estados Unidos y en el extranjero, puede estar contribuyendo a la exploración de Apple de esta área.
Esta no es la primera vez que Apple se ha vinculado a dispositivos de vaporización. Antes de que el vaping se ponga de moda, un desarrollador de Apple, Mark Williams, dejó su alta posición en la empresa donde trabajó en MacOS y se unió a Sasha Robinson para crear el Firefly, un vaporizador de primera línea.
A menudo llamado el «Apple» o el «Tesla» de vaping, el Firefly es un dispositivo de alta tecnología que utiliza la conducción para calentar el aire en la cámara del vaporizador a 400 grados Fahrenheit, lo que produce un vapor más suave y de mejor sabor. A diferencia de otros vaporizadores más accesibles, el Firefly apunta al mercado de lujo con un precio inicial de $269.
Pese a haber sido ya vinculado con peligrosos usos extremos, mientras que otros lo usan como una alternativa para dejar de fumar, se estima que el vaping podría llegar a ser aún más popular en los próximos años, a medida que los cambios en el clima político podrían eventualmente reducir las regulaciones actuales de la FDA. De ser así, la gran industria del tabaco también podría entrar en el mercado de los e-cigarettes como una manera de combatir la disminución del consumo de cigarrillos regulares.