Un avance espectacular en la formación de anticuerpos para el COVID-19 lograron investigadores de la Universidad de California, Davis, ya que consiguieron producir anticuerpos contra la proteína espiga del SARS-CoV-2 en los huevos de gallina.
El trabajo fue publicado el 9 de julio en la revista Viruses.
«La belleza del sistema es que se pueden producir muchos anticuerpos en las aves», dijo Rodrigo Gallardo, profesor de medicina avícola del Departamento de Salud y Reproducción de la Población de la Facultad de Medicina Veterinaria de UC Davis. «Además de un bajo costo para producir estos anticuerpos en gallinas, se pueden actualizar muy rápidamente mediante el uso de antígenos actualizados para hiperinmunizar a las gallinas, lo que permite la protección contra las cepas variantes actuales».
Las aves producen un tipo de anticuerpo llamado IgY, comparable a igG en humanos y otros mamíferos. IgY no causa alergia ni desencadena reacciones inmunes cuando se inyecta en humanos. IgY aparece tanto en el suero de las aves como en sus huevos. Como una gallina pone alrededor de 300 huevos al año, puede obtener una gran cantidad de IgY, dijo Gallardo.
Gallardo y sus colegas inmunizaron a las gallinas con dos dosis de tres vacunas diferentes basadas en la proteína espiga del SARS-CoV-2 o el dominio de unión al receptor. Midieron anticuerpos en muestras de sangre de las gallinas y en yemas de huevo tres y seis semanas después de la última inmunización.
Los anticuerpos purificados se probaron por su capacidad para impedir que el coronavirus infecte las células humanas en el Centro Nacional de Biodefensa y Enfermedades Infecciosas de la Universidad George Mason en Virginia.