El Comité de Médicos por una Medicina Responsable denunció que 15 monos que participaron en las pruebas con chips cerebrales murieron o fueron sacrificados.
La demanda presentada por la organización afirma que en la compañía de Elon Musk “no brindaron a los monos moribundos la atención veterinaria adecuada, usaron una sustancia no aprobada que los mató al destruir partes de sus cerebros y no proporcionaron tratamiento psicológico”.
El comité agrega que los monos fueron sometidos a un maltrato extremo y “se les dejó sufrir y morir”.
Luego de un par de días en silencio, Neuralink respondió mediante un comunicado donde aseguró que cuida a los animales “de la mejor manera ética”, aunque reconoció que tuvieron que sacrificar ocho monos.
“El uso de cada animal fue extensivamente planeado y considerado para balancear el descubrimiento científico con el uso ético. Como parte de este trabajo, dos animales fueron sacrificados en fechas planeadas para obtener datos históricos importantes. Otros seis fueron sacrificados por consejo del equipo veterinario en la Universidad California Davis”, señala el comunicado.
“Entre las razones estaba una complicación durante una cirugía por usar un producto aprobado por la FDA, BioGlue. El fallo de uno de los implantes cerebrales, y cuatro infecciones causadas, posiblemente, por los dispositivos. Como respuesta, desarrollamos nuevos protocolos quirúrgicos y un nuevo diseño para futuras cirugías”.
Neuralink además justifica sus procedimientos al decir que todo su trabajo fue aprobado por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales.
En enero, la compañía aseguró estar lista para comenzar a realizar experimentos en humanos, lo que es criticado por la comunidad médica luego de esta polémica denuncia de maltrato animal que apareció en The New York Post.