Las autoridades de la ciudad de Róterdam, en Países Bajos, autorizaron el desmantelamiento parcial del puente levadizo de Koningshavenbrug, conocido popularmente como De Hef.
Esta decisión fue tomada para permitir el paso al mar del yate de Jeff Bezos, antiguo CEO de Amazon, que se encuentra en construcción.
No obstante, en 2017 las autoridades locales se habían comprometido a no desmontar la estructura luego de que las obras finalizaran ese año.
La embarcación de Bezos se construye en el astillero de la compañía Oceanco, en la ciudad de Alblasserdam. Una vez terminado tendrá tres mástiles y una eslora (longitud entre proa y popa) de 127 metros, por lo que se convertiría en el yate de vela más grande del mundo.
Consciente de todo el esfuerzo que esto significa, tanto la compañía como Bezos se comprometieron a reembolsar los gastos asociados al desmantelamiento.
El magnate había solicitado este procedimiento ya que el espacio de 40 metros que ofrece el puente no permite el tránsito de la embarcación.
Marcel Walravens, encargado de este proyecto, defendió la decisión de desarmar el puente y la calificó de “pragmática”.
“Se trata de un barco con mástiles altos que no puede pasar por el puente. La única alternativa es quitar la sección central”, señaló en una entrevista.
Sin embargo, esta medida no ha estado exenta de polémica. Una sociedad de historia local criticó a las autoridades luego del anuncio de desmantelar Koningshavenbrug.
“Los puestos de trabajo son importantes, pero hay límites de lo que se puede y debe hacer con nuestro patrimonio industrial”, explicó Ton Wesselink, que pertenece a dicha sociedad de historia de la ciudad neerlandesa.