El mundo está en alerta debido al avance de la variante ómicron del SARS-CoV-2 y el explosivo aumento en el número de contagios a raíz de esta situación.
Por ahora, se sabe que esta variante se propaga de manera más rápida, pero sería menos grave si se compara con las otras mutaciones del virus.
Por lo menos así lo indica un estudio publicado por el gobierno de Reino Unido, que señala que es mucho menos probable que las personas ingresen al hospital con la variante ómicron.
Por su parte, la Agencia de Seguridad Sanitaria de dicho territorio estima que las personas contagiadas de ómicron tienen entre 31 y 45 por ciento menos de probabilidades de asistir a una sala de emergencia si se compara con los pacientes que tienen delta, y entre 50 y 70 por ciento menos probabilidad de tener que acudir a un hospital.
Una enfermedad “rara” y nueva
Aún es poco lo que los científicos saben acerca de esta variante. Ellos coinciden en que se trata de una nueva enfermedad que podría significar un nuevo rumbo para la pandemia de coronavirus.
En conversación con BBC Radio, John Bell, profesor de Medicina de la Universidad de Oxford, aseguró que ómicron es una enfermedad totalmente distinta a la que se conoció durante el primer año de la pandemia.
“Los pacientes no necesitan oxígeno de alto flujo, la duración promedio de la estadía es aparentemente de tres días. Esta no es la misma enfermedad que veíamos hace un año”, explicó el experto.
Otro elemento importante que han dejado al descubierto los primeros estudios demuestra que la inmunidad a infecciones posteriores con la variante ómicron aumentó 14 veces.
“Si tenemos suerte, ómicron será menos patógena, y esta inmunidad ayudará a expulsar a delta”, señaló Alex Sigal, del Instituto de Investigaciones Sanitarias de África.
Cabe recordar que Sudáfrica fue el primer país en detectar la nueva variante del virus. Precisamente, este lugar se ha transformado en una suerte de laboratorio natural donde se estudia el comportamiento de la población frente a ómicron.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los sudafricanos que se contagian tienen 80 por ciento menos de probabilidades de requerir hospitalización si contraen la variante ómicron, según el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles.
Este panorama ha llevado a algunas autoridades a retrasar la aplicación de medidas de restricción más estrictas, ya que en muchas ciudades el número de pacientes internados en los hospitales aún es considerado menor y está lejos (por ahora) de acercarse a las cifras de hace un año cuando los recintos estaban colapsados por la gran cantidad de ingresos.