Un grupo de investigadores logró capturar las imágenes más nítidas de bacterias vivas, registro que evidencia la compleja arquitectura de la capa protectora que las rodea.
El estudio, que fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, demostró que las bacterias con capas protectoras, conocidas como Gram negativas, pueden tener puntos más fuertes y débiles en su superficie.
Los científicos descubrieron que la membrana exterior protectora de las bacterias contiene densas redes de bloques de construcción de proteínas alternadas con parches.
Según los investigadores, estos parches están enriquecidos en moléculas con cadenas azucaradas (glucolípidos) que ayudan a mantener la membrana externa hermética.
Esto constituye un hallazgo importante, ya que la membrana de las bacterias Gram negativas impide que algunos fármacos y antibióticos penetren en la célula.
“La membrana externa es una barrera formidable contra los antibióticos y es un factor importante para que las bacterias infecciosas sean resistentes al tratamiento médico”, explica Bart Hoogenboom, uno de los autores de la investigación.
“Sin embargo, aún no está muy claro cómo se forma esta barrera, por lo que decidimos estudiarla con tanto detalle”.
Las imágenes del estudio muestran que toda la membrana externa de la bacteria está repleta de agujeros microscópicos formados por proteínas. Esto permite la entrada de nutrientes al tiempo que impiden el ingreso de toxinas.
Si bien ya se sabía que la membrana externa contenía muchas proteínas, según los investigadores esta naturaleza “abarrotada e inmóvil” había sido inesperada.
El equipo científico también especula que los descubrimientos pueden ayudar a explicar las formas en que las bacterias mantienen una barrera protectora muy apretada y al mismo tiempo permitir un crecimiento rápido.