El Centro Nacional de Predicción de Climatología Espacial de Estados Unidos (SWPC) ha emitido una alerta de tormenta geomagnética para la Tierra.
De acuerdo con el organismo especializado, la primera parte de ese frente de viento solar, nivel G1, ya ha llegado a nuestro planeta. Sin embargo, las condiciones podrían empeorar este jueves 2 de septiembre hasta alcanzar el nivel G2.
El SWPC también ha explicado que no hay de qué preocuparse, de hecho, un escenario más inquietante podría estar marcado por nivel G5, que tiene el poder de interferir con estaciones eléctricas en tierra, afectar naves espaciales en órbita o a la Estación Espacial Internacional.
Una tormenta geomagnética de nivel 2 o G2 es considerada moderada. Uno de sus efectos podría estar relacionado con la generación de auroras visibles más al sur de donde son comunes.
También podría ocasionar interferencias de radio en algunas latitudes y alterar un poco las trayectorias y los ángulos de algunos satélites.
En el caso de la superficie terrestre, es posible que la tormenta pueda dañar transformadores eléctricos en ciertas latitudes si se extiende por mucho tiempo.
La tormenta geomagnética más importante se conoció como Evento Carrington y ocurrió el 2 de septiembre de 1859.
Los reportes de la época señalan que aquel día se produjo la interrupción completa de los servicios de telégrafo y de auroras que pudieron observarse desde distintas latitudes.
Se calcula que esa misma tormenta hoy podría causar miles de millones de dólares en daños a distintos dispositivos tecnológicos en países como Estados Unidos.