Al astrofísico Avi Loeb se le conoce por su particular interpretación de Oumuamua, considerado el primer objeto que procede más allá de las fronteras de nuestro sistema solar.
En su libro Extraterrestre: La humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra, el polémico astrofísico asegura que el objeto posee una naturaleza artificial y sería el resultado de una tecnología desarrollada por una avanzada civilización extraterrestre.
Ahora, el profesional publicó un artículo de opinión en la revista Scientific American, donde reflexiona sobre el momento en el que la humanidad podría hacer contacto con una civilización extraterrestre.
Loeb cree que las primeras señales electromagnéticas que los humanos enviamos al espacio materializadas en ondas de radio a finales del siglo XIX ya pudieron haber recorrido la distancia necesaria para que puedan ser captadas por una civilización extraterrestre dotada de tecnología avanzada.
Estas ondas han viajado por el espacio a la velocidad de la luz durante poco más de un siglo. De esta manera, si una inteligencia extraterrestre que se encuentre a una distancia de nosotros cercana a los 100 años luz recibiera la señal y se propusiera respondernos mediante la misma vía, podríamos recibir noticias de ella a comienzos del siglo XXII.
Sin embargo, el astrofísico de Harvard encabeza un proyecto que propone buscar inteligencia extraterrestre de una forma diferente. Se trata del Proyecto Galileo, que consiste en desplegar una red de nuevos telescopios fabricados especialmente para explorar el espacio y buscar en las cercanías de la Tierra objetos similares a Oumuamua.
Este es un método mucho más directo y con el que se podrían encontrar objetos que no tendrían un origen natural.