Esta debe ser una de las estrategias de vacunación más extrañas en la actualidad. Rumania acaba de informar que estará vacunando a los turistas en el mítico castillo de Bran, famoso por haber servido de inspiración para la novela Drácula de Bram Stoker.
Básicamente, el castillo del siglo XIV se ha convertido en un enorme (y tenebroso) centro de vacunación anti-COVID-19, donde se ofrece la vacuna de Pfizer de manera gratuita para todos aquellos que lo visiten.
Desde el comienzo de la pandemia, Rumania registra poco más de un millón de infecciones y casi 29,000 decesos. Las autoridades sanitarias locales pretenden vacunar a 10 millones de personas para septiembre de este año.
El problema es que casi la mitad de los rumanos aseguran no estar dispuestos a recibir la vacuna. Por ello, el país registra las cifras de negación más preocupantes en Europa.
Sin embargo, se espera que la idea de habilitar el castillo como vacunatorio ayude a incrementar estas cifras tan bajas.
Así, quienes se presenten a vacunarse durante los fines de semana de mayo también podrán visitar las instalaciones del castillo de manera gratuita, donde tendrán acceso a una exhibición de 52 instrumentos de tortura medievales.
Por su puesto, esta singular medida también pretende fomentar la actividad turística en el país europeo, ya que se ha visto fuertemente mermada a raíz de la pandemia de coronavirus.
De hecho, las visitas también han disminuido de manera considerable al histórico castillo ubicado en los montes Cárpatos, a 170 kilómetros al norte de Bucarest, la capital rumana.