Los estegosaurios eran dinosaurios herbívoros que vivieron hace unos 165-125 millones de años, durante el Jurásico y comienzos del Cretácico.
Tenían una cabeza pequeña, al igual que sus dientes. Ahora, el análisis de sus piezas dentales ha revelado información fascinante sobre su existencia.
Paleontólogos de la Universidad de San Petersburgo, en Rusia, analizaron muestras recogidas durante una expedición en las cercanías de la ciudad de Suntar, en 2012, 2017 y 2019.
Tras analizar los dientes encontrados, los científicos han podido responder algunas de las principales interrogantes relacionadas a los estegosaurios.
“Hemos encontrado dientes de animales de diferentes edades, tanto de adultos como de cachorros”, explica el investigador Pavel Skutschas.
“Esto sugiere que lo más probable es que los estegosaurios polares fueran sedentarios: se multiplicaban y criaban en el mismo territorio durante todo el año. Además, casi todos los hallazgos están muy carcomidos: muchos de ellos tienen dos o tres facetas, bordes desgastados por el contacto con los dientes adyacentes”.
Los científicos también se percataron de que los dientes de estos dinosaurios cambiaban y se formaban muy rápido, en un proceso que tardaba 95 días.
Por eso, lo más probable que estos animales no tuvieran caries, ya que tardan mucho tiempo en aparecer.
“El hecho de que los dientes se formaran rápidamente, molieran rápidamente y cambiaran rápidamente es muy probable que indique que los estegosaurios de Yakutia comían algún tipo de alimento duro”, agregan los autores.
Si bien los estegosaurios son uno de los dinosaurios más populares que existen, los investigadores reconocen que aún se conocen muy pocos aspectos sobre su vida. Por lo mismo, esperan que su investigación los dé a conocer de una forma más extensa y detallada.