Por décadas, los científicos han planteado diferentes teorías sobre cómo las mariposas son capaces de volar, y es que desde un punto de vista estrictamente aerodinámico, sus alas son todo menos eficientes. Por ello, la forma en la que estos insectos logran volar ha sido objeto de estudio de distintas investigaciones.
Ahora, un grupo de biólogos de la Universidad de Lund, en Suecia, validó una teoría propuesta hace 50 años para explicar cómo es que las mariposas vuelan. La clave, según los expertos, es que las alas de estos insectos forman una especie de cavidad con cada aleteo que les permite formar una corriente de aire sobre la que se impulsan para poder elevarse.
El secreto del vuelo, explica en un estudio publicado en la revista Interface el profesor de biología de la Universidad de Lund Per Henningsson, radica en que las alas de las mariposas son flexibles. Sin esta característica, sería imposible que las mariposas formaran la cavidad de aire que las impulsa hacia arriba.
Los expertos validaron su teoría al utilizar un modelo robotizado que imitaba el aleteo de las mariposas. Observaron que, al utilizar alas flexibles, la eficiencia del aleteo aumentaba un 28 por ciento en comparación con las alas rígidas.
“Esta flexibilidad podría ser una de las razones por las que las alas tienen una forma inusual”, señaló Henningsson.
La particularidad en la forma de las alas y el vuelo de las mariposas se habría adaptado a las necesidades de estos insectos. Según los especialistas, la razón no fue otra que sobrevivir y escapar de depredadores.
“Las mariposas despegan muy rápido, lo hacen como una medida de seguridad para disminuir el riesgo de ser atrapadas”, agregó.