La microevolución hace referencia a los pequeños cambios sufridos por una población a lo largo de unas pocas generaciones.
Un estudio realizado por investigadores australianos, confirma que la evolución humana no se ha detenido, y se ha manifestado a través de pequeñas modificaciones en nuestro organismo.
El trabajo ha demostrado que cada vez son más las personas que nacen sin muelas del juicio y sin una arteria extra en el brazo, esto sería resultado de la microevolución humana durante los últimos años.
El estudio publicado en Journal of Anatomy también señaló que los bebés ahora tienen caras más cortas, mandíbulas más pequeñas y huesos extra en piernas y pies.
Como principal conclusión, los autores han señalado que la raza humana está evolucionando más rápido que en cualquier otro instante de los últimos 250 años.
Menos espacio en la boca
Al ser los rostros más cortos, las bocas se han hecho más pequeñas, con menos espacio para tantos dientes.
Así, como parte de la selección natural y nuestra mayor capacidad para masticar alimentos, se ha incentivado a que nazcan menos personas con muelas del juicio, afirman los autores.
En tanto, una arteria en el antebrazo que suministra sangre a la mano se ha hecho más frecuente en los recién nacidos desde el Siglo XIX, de acuerdo con el estudio.
Una de cada tres personas mantiene sus arterias medianas para toda la vida, lo que no significa ningún riesgo para la salud humana, al tiempo que incrementa el suministro de sangre.
“La arteria mediana es un ejemplo perfecto de cómo seguimos evolucionando porque las personas nacidas más recientemente tienen una mayor prevalencia de esta arteria en comparación con los humanos de generaciones anteriores”, señala el doctor Teghan Lucas, de la Universidad Flinders de Adelaida.
El estudio fue llevado a cabo rastreando la tasa de retención de las diferentes partes del cuerpo a través de las generaciones.
También, el trabajo fue posible diseccionando cadáveres preservados de personas nacidas a lo largo del Siglo XX.