Un estudio publicado en Nature Medicine señaló que la inmunidad adquirida contra el coronavirus podría ser más corta de lo que se estimaba.
La inmunidad adquirida hace referencia al periodo de tiempo en que las personas infectadas con SARS-CoV-2 están protegidas contra una eventual reinfección.
La investigación, liderada por Lia van der Hoek, jefa de laboratorio de virología experimental de la Universidad de Ámsterdam, ha analizado la inmunidad en cuatro cepas de coronavirus estacionales similares a que causa el COVID-19.
Los encargados del estudio han examinado muestras de sangre recogidas de 10 individuos desde los años 80 para hallar evidencia de infecciones y reinfecciones con cuatro coronavirus comunes.
Estos datos muestran que la inmunidad a otros coronavirus suele ser de corta duración, con reinfecciones que ocurren con harta frecuencia unos doce meses después, incluso antes en algunos casos.
Inmunidad
Según los resultados, cada paciente registró entre tres y 17 infecciones de coronavirus en periodos de reinfección de entre seis y 105 meses.
También determinaron que los individuos estudiados se contagiaban con el mismo coronavirus estacional 12 meses después de la primera infección.
Los autores consideran que el SARS-CoV-2 podría compartir con estas cepas el patrón de inmunidad y contagio.
Al mismo tiempo, los autores descubrieron que las muestras de sangre recogidas en Países Bajos durante los meses del verano boreal tenían el índice más bajo de infecciones para los cuatro coronavirus estacionales.
Esto indicaría una mayor frecuencia de infecciones en invierno en los países templados.
Por último, los investigadores alertan que, para prepararse para el COVID-19 para el próximo invierno boreal, resulta fundamental comprender la probabilidad de que una persona que se ha recuperado de la enfermedad se puede volver a infectar y, por ende, contagiar a otras.