Un pequeño dispositivo, similar a un audífono, sería capaz de estimular imperceptiblemente un nervio clave que conduce al cerebro, mejorando hasta en 13 por ciento la capacidad para aprender los sonidos de otro idioma.
Estas son las conclusiones de un estudio de neurocientíficos de las universidades de Pittsburgh y de California en San Francisco (UCSF) sobre los beneficios de un aparato, que incluso podría tener aplicaciones de gran alcance para impulsar otro tipo de aprendizajes.
El chino mandarín se considera uno de los idiomas más difíciles de aprender para hablantes nativos de inglés, en parte porque utiliza distintas entonaciones que modifica el significado de palabras que, de otra manera, sonarían igual.
Según el estudio, publicado en la revista Science of Learning, los hablantes nativos de inglés mejoraron significativamente su capacidad para distinguir entre los tonos mandarín, tras recibir una estimulación precisa y no invasiva del nervio vago, el más largo de los 12 nervios craneales que conectan el cerebro con el resto del cuerpo. Además, el procedimiento vago permitió que los participantes captaran algunos tonos mandarín dos veces más rápido.
“Esta es una de las primeras demostraciones de que la estimulación no invasiva del nervio vago puede mejorar una habilidad cognitiva compleja como el aprendizaje de idiomas en personas sanas», afirmó Matthew Leonard, de Departamento de Cirugía Neurológica de la UCSF, cuyo equipo desarrolló el dispositivo.
Los investigadores utilizaron una técnica no invasiva llamada estimulación transcutánea del nervio vago (TVNS, por sus siglas en inglés), en la que se coloca un pequeño estimulador en el oído externo que puede activar el nervio vago, utilizando impulsos eléctricos imperceptibles.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 36 adultos de habla inglesa nativa y los entrenaron para identificar cuatro tonos del chino mandarín en ejemplos de habla natural, utilizando un conjunto de tareas para estudiar la neurobiología del aprendizaje de idiomas.
Los participantes que recibieron la TVNS imperceptible, junto a dos tonos mandarín que generalmente son más fáciles de distinguir para los angloparlantes, mostraron mejoras rápidas en el aprendizaje para distinguirlos.
Al término del proceso, mejoraron en promedio un 13 por ciento la clasificación de los tonos y alcanzaron el rendimiento máximo dos veces más rápido que los participantes de control, que usaron el dispositivo pero no recibieron la estimulación.
«En general, las personas tienden a desanimarse por lo difícil que puede ser el aprendizaje de idiomas, pero si pudieras dar a alguien entre 13% y 15% mejores resultados después de su primera sesión, tal vez sea más probable que quieran continuar», afirmó Leonard.
Los investigadores están probando si las sesiones de entrenamiento más largas podrían mejorar la capacidad de para aprender a discriminar dos tonos más difíciles de diferenciar para los angloparlantes, algo que no mejoró significativamente en el primer estudio.
La estimulación del nervio vago se ha utilizado para tratar la epilepsia durante décadas y recientemente se ha relacionado con beneficios para una amplia gama de problemas, que van desde la depresión hasta enfermedades inflamatorias. Pero la mayoría de estos hallazgos han utilizado formas invasivas de estimulación.