Los últimos dos años han sido realmente complejos para Ian Davis. Primero le diagnosticaron mieloma múltiple, un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas. Un año después aplastó accidentalmente su mano izquierda en una de las máquinas de su taller.
La lesión, sumada a las complicaciones del cáncer, agravaron el cuadro y los médicos decidieron amputarle cuatro dedos. Solo le quedó el pulgar. Era la mano o la vida.
Davis es zurdo, por lo tanto, la inactividad en su mano izquierda era sinónimo de poner fin a su capacidad para diseñar y construir artefactos.
Pero este ingeniero mecánico de Medford, Oregon, no se rindió.
Recordó un proyecto de ciencias que había presentado hace tres décadas en la secundaria. Se trataba de la prótesis mioeléctrica de una mano.
Todavía en el hospital, comenzó a trazar el boceto de su propia mano izquierda mioeléctrica.
Cuando fue dado de alta se puso “manos a la obra”. El resultado se puede observar en su cuenta de Instagram.
“Su prótesis, diseñada y construida por él mismo, es asombrosamente realista, y eso a pesar de no tener ningún tipo de electrónica. Como vemos en las imágenes, la amputación de Davis lo dejó con la mitad de su mano y muñeca izquierdas aún funcionales, por lo que en lugar de motores eléctricos, puede curvar y extender sus dedos artificiales usando una compleja serie de enlaces mecánicos accionados y controlados por cómo mueve su mano y muñeca”, destaca Gizmodo en una publicación sobre este accesorio.
https://www.instagram.com/p/CCrZZQMpHsj/
En uno de los últimos videos que Ian Davis publicó en YouTube enseña la versión revisada de su mano ortopédica en la que puede extender cada dedo individualmente.
Ian Davis desea compartir el diseño de su prótesis con una universidad para que pueda ser utilizada en otras personas que sufrieron la amputación parcial o total de sus dedos.