Si has tenido una computadora de escritorio o una laptop en los últimos 15 años, has tenido en tus manos un dispositivo compatible con SATA. Ya sea un disco duro, una unidad SSD o una unidad óptica, hasta hace poco todos usaban SATA. Pero… ¿qué es SATA? Sigue leyendo.
Te va a interesar:
Es cierto, actualmente existen algunos estándares más nuevos disponibles para las unidades de alta velocidad. Pero junto con NVMe y PCIe, SATA sigue siendo un jugador importante, especialmente cuando se trata de algún HDD o SSD de mayor tamaño.
Datos y energía
Hay una gran cantidad de productos informáticos que se designan como dispositivos SATA (Serial ATA o S-ATA) porque justamente utilizan la interfaz. En otras palabras, tu computadora se conecta a través de dos puertos SATA: uno en el dispositivo y otro en la tarjeta principal.
Los conectores SATA se describen como un solo conector, pero, en realidad abarca dos tipos, ambos en forma de “L”: el de datos y el de alimentación. El primero es corto, de siete contactos, mientras que el segundo es largo, de 15 contactos.
Por lo general, ambos conectores están invertidos en las unidades para las que permiten conexiones, con las bases de sus respectivas formas en «L» enfrentadas entre sí. Más allá de la longitud, pueden distinguirse por los cables que se conectan a ellos.
El cable de datos SATA generalmente está hecho de plástico sólido, que se extiende en un cable plano de una sola banda, mientras que el cable de alimentación SATA cuenta con cables múltiples, delgados y redondeados de diferentes colores desde su conector.
Se requieren ambos cables para que funcionen los dispositivos SATA, y realizan diferentes trabajos. El cable de datos proporciona la conexión de alta velocidad al resto de la computadora, transfiriendo información de un lado a otro según lo solicitado, mientras que el cable de alimentación es lo que le da al disco la electricidad para funcionar.
Generaciones SATA
Aunque la mayoría de las computadoras en los últimos años han usado dispositivos SATA, hay algunos tipos diferentes que vale la pena señalar. SATA se introdujo por primera vez en al año 2000, reemplazando los viejos cables de cinta PATA, también conocidos como IDE.
Fue revisado en 2003 y nuevamente en 2004 y 2008, entregando la versión tres, comúnmente conocida como SATA III o 3.0. Estos estándares aumentaron la velocidad y agregaron características adicionales para permitir unidades de almacenamiento más rápidas y confiables, pero no cambiaron el aspecto físico del conector. SATA III es la interfaz más común utilizada hoy en día, aunque ha habido cuatro revisiones desde su introducción, a saber, 3.1 a 3.4.
En la Revisión 3.1, SATA se centró en mejorar el rendimiento de los SSD, permitiendo a las computadoras identificar la capacidad de sus dispositivos de hardware y el puerto que hizo posible los USB, el Universal Storage Module (USM).
Las mejoras en la Revisión 3.2 incluyeron adelgazar el USM, incorporar microSSD para reducir el tamaño de los componentes de almacenamiento, agregar puertos USB 3.0 y disminuir los requisitos de energía en dispositivos con funcionamiento constante.
La revisión 3.3 ofreció a los usuarios una mayor variedad y flexibilidad, con opciones de inicio escalonadas y un indicador de actividad, así como un mantenimiento mejorado del centro de datos y espacio en el disco duro.
La actualización 2018 de SATA, Revisión 3.4, agregó mejoras como el monitoreo de temperatura del dispositivo, la escritura de datos críticos de caché y una compatibilidad mejorada con los fabricantes, todo mientras minimiza el impacto en el funcionamiento de tu computadora.
Ha habido algunas interfaces SATA alternativas a lo largo de los años, como mSATA para unidades portátiles, que se estrenó en 2011. La última generación de esa tecnología fue el estándar M.2. Actualmente, las unidades más rápidas han ido más allá de la interfaz mSATA y ahora aprovechan los puertos PCI Express para un mayor rendimiento.
Introducido por primera vez con SATA 3.2 en 2013, SATA Express permitió la compatibilidad cruzada con las unidades SATA III y PCI Express. Aun así, no era una opción popular, ya que eSATA ofrecía velocidades similares a las de SATA para unidades externas. Hoy en día, la mayoría de las unidades externas de alta velocidad utilizan conexiones USB 3.0, comúnmente con el estándar Tipo-C del conector.
¿Qué tan vital es SATA hoy?
En 2008, SATA era el estándar, pero como hemos completado las dos primeras décadas del milenio, varias computadoras ya no dependen de SATA. Las laptops menos complicadas pueden necesitar memoria flash incorporada, y PCI Express (PCIe), mejora el rendimiento de las portátiles más sofisticadas.
Sin embargo, eso no quiere decir que SATA haya pasado de moda.
Serial ATA ha ido más allá del campo de las computadoras. La industria automotriz, la electrónica de consumo y otros dispositivos ahora usan SATA. Es un vínculo estándar crucial para SSD y discos duros más importantes que se aventuran en el rango de varios terabytes.
NVMe y los controladores M.2 más recientes siguen estando entre las mejores opciones para los usuarios que valoran el rendimiento por encima de todo. Las unidades M.2 y NVMe cuestan más que las SATA debido a las limitaciones de estos cables con sus respectivos puertos.
Si tu computadora cuenta con una ranura PCI Express, tus unidades funcionarán a un nivel más competitivo y sus velocidades de datos aumentarán bastante. Si tienes curiosidad sobre cuántos GB de datos por segundo más rápido puedes obtener, que superen el límite estricto de SATA III de 1.5, 3 y 6 Gbps, aquí encontrarás más información detallada.
Compra cables SATA
La compra de una placa base con conexiones SATA tiene muchos beneficios, uno de ellos es que viene con un par de cables SATA para las conexiones, que se utilizan para personalizar los componentes mientras construyes tu computadora.Sin embargo, si estás intentando armar una nueva plataforma, el almacenamiento PCIe puede ser mucho más rápido y de menor perfil.
A veces, cuando reemplazas un disco duro más desgastado o actualizas otros aspectos de tu computadora para mantenerla actualizada y funcionando rápidamente, debes comprar un cable o adaptador SATA para garantizar la compatibilidad.
Cuando esto suceda, asegúrate de obtener el estándar SATA III más nuevo. Algunos adaptadores interactúan con diferentes conexiones, incluidos USB-C y USB-A 3.0, pero esto puede afectar la calidad de tu conexión.