Un hito en la carrera geoestratégica es la que consiguió China, ya que el gigante asiático creó un sistema de comunicación cuántico que minimiza las distancias de las transmisiones desde el espacio a la Tierra.
Se trata de la difusión en simultaneo de un mensaje cifrado con tecnología cuántica que se ha enviado desde un satélite espacial hasta dos telescopios terrestres separados por 1.120 kilómetros, una distancia unas diez veces mayor a la lograda hasta ahora.
En un estudio publicado en Nature los científicos chinos detallan la transmisión de una clave secreta escrita con pares de fotones —partículas de luz— entrelazados. Los fotones los emite el satélite Micius que orbita a 500 kilómetros de la Tierra hasta dos instalaciones terrestres construidas en las localidades de Delingha y Nanshan, separadas 1.120 kilómetros.
Esta comunicación cuántica funciona con el principio de escalas microscópicas entre dos partículas entrelazadas que reaccionan en simultaneo de la misma manera a los estímulos, aunque estén separadas por miles de kilómetros.
Lo más impresionante es que si alguna persona quiere observar o manipular estas partículas, este enlace queda roto, lo que hace que la comunicación sea teóricamente inviolable e imposible de hackear.
La velocidad y eficiencia de esta comunicación es 100,000 millones de veces superior a la de la fibra óptica terrestre, con la utilización de una clave secreta de 372 bits.
“Nadie había conseguido hacer esto a una distancia tan grande”, resalta Juan José García-Ripoll en El País de España, experto en comunicación cuántica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). “No se trata de un protocolo nuevo, pero han conseguido algo único desde el punto de vista técnico. China se coloca a la cabeza de este campo”.