Desde pequeños tenemos una fascinación por jugar con tierra. Pasamos horas en el suelo e incluso los más aventurados en esa instancia infantil se la llevaban a la boca. Lo cierto es que la tierra parece ser un elemento esencial y no solo para pasar las horas en nuestros primeros días humanos o nutrir los cultivos que luego nos dan de comer, sino que también para la sangre.
Una investigación científica de la Universidad de British Columbia indica que los silicatos del suelo, el material más abundante en la corteza terrestre, juegan un papel clave en la coagulación de la sangre.
El estudio, publicado en Blood Advances, encontró que la presencia de tierra en las heridas ayuda a activar una proteína de la sangre, conocida como factor de coagulación XII. Una vez activada, la proteína inicia una reacción en cadena rápida que ayuda a la formación de un tapón, sella la herida y limita la pérdida de sangre.
El autor principal del estudio, el doctor Christian Kastrup, profesor asociado en el departamento de bioquímica y biología molecular de la facultad de medicina y científico de los Laboratorios y Centro Michael Smith de la UBC habló sobre sus hallazgos.
“El suelo no es simplemente nuestra matriz para cultivar alimentos y materiales de construcción. Aquí descubrimos que el suelo en realidad puede ayudar a controlar el sangrado después de una lesión al desencadenar la coagulación», sostiene el científico.
Si bien el miedo pasa por la suciedad de la tierra no esterilizada, en el futuro se podrían usar muestras de suelo esterilizadas.
“El sangrado excesivo es responsable de hasta el 40 por ciento de la mortalidad en pacientes con trauma. En casos extremos y en áreas remotas sin acceso a productos para el cuidado de la salud y para el sellado de heridas, como esponjas y selladores, el suelo esterilizado podría usarse para detener el sangrado mortal después de las lesiones», dice el Dr. Kastrup.
Lih Jiin Juang, primera autora del estudio y estudiante de doctorado de la UBC en el departamento de bioquímica. y biología molecular, se refirió al importante papel de los silicatos en la investigación realizada.
«Este hallazgo demuestra cómo los mamíferos terrestres, desde ratones hasta humanos, evolucionaron para usar naturalmente silicatos como una señal específica del factor XII para desencadenar la coagulación de la sangre», comentó.
Pero otro aspecto muy llamativo es que los doctores e investigadores quieren probar si el suelo de la Luna puede activar el factor XII.
«Si los silicatos de la Luna activan el factor XII, este descubrimiento podría ser útil para prevenir la muerte entre las personas que visitan o colonizan la Luna, y proporcionaría una mayor comprensión para identificar materiales que pueden detener el sangrado en entornos muy remotos con recursos y suministros médicos limitados», agregó Jiin Juang.