En uno de los golpes más grandes a Uber desde su fundación hace ocho años, la aplicación de la compañía para una nueva licencia de funcionamiento en Londres ha sido rechazada.
La agencia de Regulación de Transporte para Londres (TfL) dijo a Uber el viernes que la compañía «no es adecuada ni apropiada para tener una licencia de operador de autos de alquiler privado» y por lo tanto no se concederá un reemplazo cuando su licencia actual expire a finales de este mes. Uber tiene 21 días para apelar la decisión y puede continuar funcionando durante ese tiempo.
Este es sin duda un fuerte golpe para Uber, que actualmente cuenta con más de 3.5 millones de londinenses que utilizan su servicio, y alrededor de 40,000 conductores.
En una declaración explicando su decisión, TfL dijo que sus regulaciones para las empresas de taxi y alquiler privado tenían como objetivo garantizar la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, afirman que el enfoque y la conducta de Uber demostraron «una falta de responsabilidad corporativa, en relación con una serie de situaciones que tienen implicaciones potenciales para la seguridad pública».
Respondiendo a la decisión de TfL, Tom Elvidge, Gerente General de Uber London, dijo que tanto los conductores de Uber como quienes usan su servicio en la capital están sorprendidos por esta noticia, y que su compañía tiene planes de apelar la decisión.
Elvidge dijo además que la decisión de negar la renovación de la licencia muestra que TfL y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, habían cedido a un pequeño número de personas que quieren restringir la elección del consumidor. «Para defender los medios de ganarse la vida de todos esos conductores, y la elección de millones de londinenses que usan nuestra aplicación, tenemos la intención de desafiar inmediatamente esto en los tribunales», señaló.
Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que todas las empresas que operan en Londres deben cumplir las normas y cumplir con los altos estándares que la ciudad espera, particularmente cuando se trata de la seguridad, afirmando que “proporcionar un servicio innovador no debe hacerse a expensas de la seguridad del cliente».
Es demasiado pronto para conocer la magnitud de las consecuencias de esta decisión, o cómo los conductores de Uber reaccionarán, aunque cuando TfL propuso limitar las operaciones de la compañía con estrictas reglas de alquiler privado en el 2015, más de 200,000 personas firmaron una petición en protesta.
Esta movida por pare de la ciudad de Londres podría inspirar decisiones similares en otras ciudades del mundo, donde la presencia de Uber ha despertado controversia, principalmente por parte del gremio de los taxis tradicionales, a pesar de que en la mayoría de los casos, la ciudadanía apoya los servicios como Uber y otros similares.