Mientras Facebook continúa siendo el blanco de críticas y controversias tras anunciar que no prohibirá la publicidad política, incluso si contienen información falsa o no verificada, Twitter ha cruzado a la vereda contraria, pues no los publicará en absoluto a nivel global.
En efecto, la red social advirtió que ya no aceptará ningún anuncio político, lo que constituye un paso importante en la lucha de las empresas tecnológicas y sus esfuerzos para lidiar con la información engañosa y noticias falsas (fake news) a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos.
En una serie de publicaciones a través de su cuenta, el CEO de Twitter, Jack Dorsey, expuso el razonamiento de la compañía para esta medida, enfocándose en los posibles riesgos sociales y políticos de la publicidad digital.
We’ve made the decision to stop all political advertising on Twitter globally. We believe political message reach should be earned, not bought. Why? A few reasons…🧵
— jack (@jack) October 30, 2019
«Si bien la publicidad en internet es increíblemente poderosa y muy efectiva para los anunciantes de comercio y negocios, ese poder conlleva riesgos importantes para la política, donde puede usarse para influir en los votos y afectar la vida de millones», escribió.
«Los anuncios políticos en internet presentan desafíos completamente nuevos para el discurso cívico: optimización basada en el aprendizaje automático de mensajes y microfocalización, información engañosa no verificada y falsificaciones de videos Deepfake. Todo a una velocidad creciente, gran sofisticación y una escala abrumadora», agregó Dorsey.
Mucho se ha hablado acerca del papel determinante que las redes sociales juegan en el campo político, mientras los principales líderes de la industria tratan de calmar preocupaciones y controversias. El enfoque de las redes sociales hacia los anuncios políticos se ha convertido también en un importante tema de conversación en las primarias presidenciales demócratas. La senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, que tiene en la mira a Facebook, publicó allí un anuncio intencionalmente falso para llamar la atención sobre el tema.
«No se trata de la libre expresión. Se trata de pagar por el alcance. Y pagar para aumentar el alcance del discurso político tiene ramificaciones significativas que la infraestructura democrática de hoy puede no estar preparada para manejar. Vale la pena retroceder para abordar este tema», señaló Dorsey en otro de sus tweets.
La nueva medida será implementada oficialmente el 15 de noviembre de 2019 e incluirá algunas excepciones, como anuncios en apoyo del registro de votantes. La política entrará en vigencia a partir del 22 de noviembre.