Se puede decir con certeza que The Matrix (1999) ha sido una de las películas de ciencia ficción que más han dado que hablar. La idea de que vivimos en una simulación digital parecía entonces lejana, pero hoy no parece tan descabellada.
Recientemente, supimos que The Matrix 4 continuará con la saga que partió como una trilogía, cuyo desenlace creímos haber visto con The Matrix Revolutions, estrenada en 2003.
A pesar de que muchos puedan pensar que lanzar una nueva historia es una idea perfecta, dados los avances hechos en materia de inteligencia artificial, apelo a Hollywood para que tenga un poco más de imaginación. El reciclaje de universos —que ha alcanzado a sagas como Star Wars y Harry Potter— sirve, pero solo mientras las historias tengan sentido.
Revivir películas es una fórmula convertida en tendencia que ya está cansando. La Bella y la Bestia, El Rey León, Dumbo, Aladino y El Libro de la Selva son algunos ejemplos. Y ninguna ha sido un verdadero aporte al séptimo arte. Queremos nuevas historias.
La primera The Matrix fue tan popular que se transformó en una cinta de culto e inmortalizó a sus coprotagonistas, los actores Keanu Reeves (Neo) y Carrie-Anne Moss (Trinity), que se unirán al elenco de esta cuarta entrega. Sin embargo, la segunda y tercera cinta decayeron en nivel, por lo que las críticas negativas tiñeron el nombre de la saga para siempre.
Dudo que una cuarta entrega logre limpiar su nombre. Sin conocer detalle alguno de la trama que veremos en la próxima película, no consigo encontrar un buen motivo para resucitar la historia. Al igual que en Star Wars, el universo creado por las hermanas Wachowski admite mayor exploración y, sin duda, genera interés, pero quizá sea mejor dejar misterios sin resolver en lugar de inventar historias flojas como las que solemos presenciar en las secuelas. Este filme podría ser solamente lo mejor o lo peor que podría sucederle a la franquicia.
Personalmente, disfruto muchísimo las producciones de ciencia ficción, pero dudo que The Matrix 4 (aún desconocemos su nombre final) vaya a ser la película del año o continúe despertando tanta emoción como la primera, dado que la historia no fue lo suficientemente fuerte en las secuelas. Eso sí, los efectos especiales han avanzado mucho y, seguramente, será un entretenido espectáculo visual en el que las acrobacias de Neo regresarán en su máximo esplendor.