Seamos sinceros: presionar el botón para detener los vehículos y atravesar un cruce peatonal no es algo que nos desvele. Sin embargo, investigadores del Institute of Computer Graphics and Vision en Graz, Austria, han creado un nuevo sistema que catapulta este simple ejercicio varios años hacia el futuro.
Teniendo en cuenta el hecho de que no siempre tenemos las manos libres para presionar el botón, y tal vez queriendo erradicar para siempre esa errónea creencia de que presionar repetidamente el detendrá el tráfico más rápido, han construido un sistema equipado con una cámara que detecta cuando alguien necesita cruzar.
Si bien los semáforos de hoy permanecen en verde para los peatones durante un número determinado de segundos, el nuevo sistema podría extender el período de «caminata» para acomodar a grupos grandes o personas que se mueven lentamente, o bien acortarlo si solo es una persona la que lo usa. La idea podría optimizar el flujo de tráfico y, al mismo tiempo, hacerlo más seguro para transeúntes y conductores.
El equipo del Institute of Computer Graphics and Vision también creen que el sistema dejaría sin margen de maniobra a quienes les resulta divertido presionar el botón cuando pasan, aunque no tengan intención de cruzar, un acto de pérdida de tiempo que deja a los conductores atrapados en una luz roja aunque nadie esté cruzando la calle.
La configuración es bastante simple. Encima de la luz, a cada lado de la calle, hay una cámara apuntando el espacio donde los caminantes esperan para atravesar.
“Se requiere un segundo para estimar la intención del peatón. Después de dos segundos, la estimación se vuelve confiable», explicó el investigador Horst Possegger, quien aseguró que el sistema funciona mucho más rápido que los cruces convencionales activados por botones.
Los más celosos por su privacidad se complacerán en saber que las imágenes de la cámara solo se analizan localmente y no se almacenan ni se transmiten más allá del software instalado en el lugar del cruce.
Las autoridades ya planean introducir las nuevas luces en ciertos cruces de la capital austriaca, Viena, durante 2020 a modo de prueba, para agregar más ubicaciones si el sistema opera de manera exitosa.
En el futuro, los cruces de peatones estarán comunicarán con los automóviles autónomos para garantizar la máxima seguridad tanto para peatones como para conductores. Hasta que no veamos esa tecnología funcionando, la invención de los investigadores europeos parece la mejor actualización del diseño vigente.