Malas noticias para los futuros Messis, Christianos Ronaldo o James Rodríguez. Algunos expertos en robótica creen que un equipo de jugadores de fútbol humanoide ganará un partido contra los mejores futbolistas humanos del mundo para el año 2050.
Claro, no será un camino corto a la victoria. Muchos de los robots humanoides de hoy en día caminan con un paso infantil que los hace propensos a caídas y eso es sin tener que esquivar a un defensa para apuntar al arco. Este año, RoboCup 2017 llevó el torneo de fútbol entre robots a Japón.
Cada año durante las últimas dos décadas, varios equipos se han dado cita en un torneo amistoso llamado RoboCup, en el que compiten en partidos de fútbol y desafíos más prácticos como producción industrial y misiones de rescate. Aunque las dos últimas pruebas pueden ser más útiles, el torneo de fútbol es el que se roba el show en RoboCup.
«El objetivo final de RoboCup es desarrollar robots humanoides que puedan derrotar al campeón del Mundial de Fútbol de la FIFA», dijo Gerhard Kraetzschmar, director general de la versión de RoboCup del año pasado, a Dyllan Furness, de Digital Trends. «Esperamos alcanzar esa meta para 2050».
RoboCup se lanzó en 1996, poco después de que el sistema informático Deep Blue de IBM derrotara al mejor jugador de ajedrez del mundo. Los fundadores del evento se dieron cuenta de que, si bien el logro de Deep Blue era impresionante, había situaciones que un sistema inteligente no podría superar. Así que crearon el torneo y establecieron el objetivo de 2050 para elevar los estándares y desafiar a los ingenieros a crear máquinas que no sólo pudieran pensar como seres humanos, sino que pudieran «actuar» como seres humanos también.
El desarrollo de estos robots atléticos ha sido un reto. De hecho, incluso más de dos décadas después, las máquinas humanoides que compiten en RoboCup son a menudo cómicas en sus habilidades.
Las tres principales desventajas experimentadas por los robots son la agilidad física, la resistencia y la percepción. El cuerpo humano es el producto de millones de años de evolución, y somos particularmente aptos para jugar el fútbol. Los robots humanoides, por otro lado, tienen que ser construidos desde cero para jugar el deporte, lo que requiere el diseño de músculos artificiales complejos.
Mientras tanto, los sistemas de baterías actuales son pesados y necesitan ser reemplazados durante el partido. Para que los humanoides derroten a los humanos, primero necesitarán una fuente de energía ligera, compacta y eficiente.
Por último, los investigadores necesitan codificar sofisticados sistemas de percepción para que sus bots autónomos puedan evaluar cosas como tácticas, posicionamiento en el campo y movimiento de los balones.
Aunque el objetivo final es desarrollar un equipo humanoide competitivo, robots capaces de otras formas y tamaños ya compiten en el torneo. La competencia se llevó a cabo de jueves a domingo, con un simposio de clausura celebrado el lunes.